“Aitana Díaz: una judoca de dibujos animados”. Es el titular de este mismo portal el pasado miércoles para presentar a Aitana, una de las novedades del Proyecto FER 2025, horas antes de afrontar una de las grandes competiciones de la temporada: el Campeonato de Europa junior. Tal enunciado simbolizaba el curioso inicio de Díaz en el judo. Siendo una niña, quedó cautivada por la conocida serie de dibujos animados ‘Bob Esponja’. Quería emular a uno de los protagonistas, practicante de karate. Se apuntó al judo pensando que era lo mismo. Bendita inocencia. Feliz confusión. El judo ganó toda una campeona.
Ayer, en Bratislava, sede de este Europeo junior, Aitana Díaz (19 años, nacida en Madrid, pero empadronada en l’Eliana desde 2021) proyectó sobre el tatami muchos de los habituales ingredientes de los dibujos animados. Diversión, emoción, mucha acción, fantasía, alegría… En una palabra, hizo magia y se proclamó campeona de Europa junior. Superó cuatro combates. Todos ellos, con sufrimiento, con intriga. Todos ellos, en el conocido como Golden Score, el tiempo adicional que se activa una vez han concluido la duración convencional de cada combate (cuatro minutos) y no ha habido ganador o ganadora. Además, en los dos últimos, en la semifinal, ante la polaca Slazok, y en la final, frente a la alemana Habib, tuvo que sobreponerse a dos adversidades: en primer lugar, a las fuertes molestias en el codo derecho originadas en los últimos segundos del cruce de cuartos; en segundo, a la amenaza de estar al borde de la descalificación tras acumular dos shido (dos penalizaciones o tarjetas amarillas).

Y es que, en Bratislava, Aitana Díaz llevó por bandera dos de sus principales señas de identidad. Por un lado, volvió a confirmar que es toda una luchadora. Una de esas judocas de mentalidad de hierro, que nunca se rinde. El inconveniente de su codo no fue más que un añadido a meses de frenética lucha mental -también física- por culpa de una complicada lesión en la rodilla derecha que le acabó afectando a toda la pierna. Es uno de los motivos por los que el oro continental tiene un sabor todavía más dulce, pero no el único.
Porque Aitana, por otro lado, también hizo gala de su proverbial valentía. Se proclamó campeona de Europa del mismo modo que, en 2023, se alzó con el título mundial como cadete: desde el suelo. La judoca FER inmovilizó a su rival alemana en el tatami cuando, tal y como asegura, “no es recomendable el judo de suelo cuando estás al límite”. Y en este caso, con esas dos amonestaciones, Aitana lo estaba. En 2023, con el combate prácticamente perdido, ya venció con esa técnica tan perfeccionada en el Centro de Alto Rendimiento de Valencia. Ayer, se la volvió a jugar y volvió a encontrar un tesoro que espera revalidar en el próximo Mundial junior de octubre, en Perú. Es el próximo capítulo de la serie de dibujos animados de Aitana Díaz.

Orgullo. No solo por ganar la competición, sino por todo lo que hay detrás. Las lesiones, los malos momentos, el hecho de hacerme daño en el codo durante el torneo y continuar pese a todo… Este título es toda una recompensa.
Es cierto que trabajo mucho mejor al límite. Creo que, con presión, pienso las cosas mejor, con más fluidez, con más rapidez. Por eso, decidí confiar en mi judo de suelo y me salió bien, a pesar de los problemas en el codo y de los dos shidos con todo el tiempo por delante…
Es difícil contestar. En ambos momentos, tras ganar la final, no me lo podía creer, pero es cierto que ser campeona del mundo, quizá por ser mi primer gran éxito, fue muy especial.
Es algo que me está ayudando mucho. Se lo tengo que agradecer al Centro de Alto Rendimiento de Valencia, a Laura Gómez, a Sugoi Uriarte… Trabajamos mucho el suelo y eso marca la diferencia. Tanto en la semifinal como en la final, de no ser por el judo de suelo, creo que no hubiese logrado ganar.
Sí, porque estuve sin hacer judo un mes y tenía dudas. Me sentía fuerte, pero no sabía cómo iba a ser la vuelta a las competiciones internacionales, a la presión, a los nervios… Sin embargo, me he sentido mejor que nunca, creo que ese parón por la infección me ha venido bien para crecer como judoca.
Prefiero no pensar en ello. Quiero pensar que soy una más porque, al final, todo el que compite en un Mundial tiene mucho nivel. Hay que ir combate a combate y analizando a cada rival. El oro europeo está muy bien, es un logro que celebro hoy y que lo recordaré para siempre, pero, de cara al Mundial, iré como si fuera la última del ranking.