Alejandro Martínez Chorro y Ana Navarro ponen las bases para su definitiva eclosión

Todavía han de recorrer un camino muy largo y repleto de dificultades. Mantener su progresión va a requerir ya no su mejor versión, sino prácticamente la perfección, la excelencia. Alcanzar la cima va a exigirles un esfuerzo ímprobo. No obstante, durante 2022, los deportistas FER Alejandro Martínez Chorro y Ana Navarro han sentado unas buenas bases, unos sólidos cimientos, para afrontar los retos futuros con optimismo, garantías y confianza. Alejandro ha irrumpido en el escenario mundial del ciclismo en pista. Ana, por su parte, ha experimentado un gran crecimiento en tiempo récord y ya sabe lo que es disputar las grandes competiciones internacionales de remo. Para ambos, 2023 está llamado a ser el año de la eclosión. Y, sobre todo, el de alimentar el sueño olímpico.

Sin llegar al extremo del anonimato, el nombre de Alejandro Martínez Chorro (San Vicente del Raspeig, Alicante, 24 años) no era del todo popular entre el gran público. Su modalidad, el ciclismo en pista, no es un deporte de masas en España. Y más, en estos tiempos, marcados por la ausencia de grandes conquistas. Sin embargo, el viernes 14 de octubre, la figura del ciclista FER adquirió, de golpe, una gran notoriedad. Y todo, por su histórica medalla de bronce en el Campeonato del Mundo, en París. Durante las últimas temporadas, el deportista alicantino ya había acumulado interesantes resultados en la prueba de 1 km contrarreloj. Sin embargo, nada es equiparable al éxito firmado en el certamen universal. Hacía 31 años que el ciclismo en pista español no alcanzaba un podio mundialista en esta modalidad de 1 km.

“Han pasado más de dos meses, pero, cuando lo recuerdo, todavía me emociono. Espero que aquel hito se convierta en un punto de inflexión en mi carrera. Aunque me está proporcionando grandes alegrías, soy consciente de que la prueba de 1 km no forma parte del programa olímpico. Y sé que, por mucho que consiga éxitos, esta modalidad no me va a llevar a los Juegos de París 2024. Pero, como he comentado en más de una ocasión, tengo muchas esperanzas en el keirin, la prueba que más se asemeja a 1 km. El keirin es una carrera muy compleja, en la que se combinan muchos factores, como la suerte y la estrategia. Sé que he de mejorar, y bastante, pero reitero, estoy convencido de que lo puedo lograr”, comenta Martínez Chorro, para quien muy pronto, en pocas semanas, arrancará la nueva temporada. En febrero, disputará en Suiza el Campeonato de Europa. Posteriormente, entre los meses de marzo y abril, llegarán las tres Copas de las Naciones. Y el momento culminante de 2023 llegará en agosto, mes que acogerá el Campeonato del Mundo, con sede en Glasgow. Un Mundial siempre es el evento supremo, pero, en este caso, lo será más, si cabe, por su condición de torneo clave para los Juegos Olímpicos de 2024.

Por su parte, el año 2022 ha resultado muy especial para Ana Navarro Blasco (Alicante, 21 años). Especial y vertiginoso. Tanto, como su crecimiento y progresión. En tiempo récord, se ha proclamado campeona de España absoluta y ha disputado los grandes eventos del remo internacional: las Copas del Mundo, el Campeonato de Europa y el Campeonato del Mundo. “A principios de la temporada, siempre piensas y te ilusionas con estar en estas grandes competiciones, pero sinceramente, pensaba que esta oportunidad no llegaría tan pronto. Gracias a una gran compenetración con mi compañera Rocío Lao y a una evolución que nos ha sorprendido a nosotras mismas, hemos recortado los plazos y hemos estado en las principales citas del año”, comenta la deportista FER, especializada en la prueba de doble scull ligero (dos componentes y dos remos para cada una de ellas).

En el Campeonato de Europa, en Múnich, ocuparon la 8ª plaza, de un total de 12 parejas. En el Campeonato del Mundo, aspiraban a la final B; es decir a ser una de las 12 primeras embarcaciones. Finalmente, del total de 24 dúos, tuvieran que conformarse con la presencia en la final C y concluyeron en la 14ª plaza. “Ha sido una temporada muy dura, ha sido provechosa y nos ha aportado aprendizajes. Aunque ya lo sabíamos, hemos constatado que el nivel es brutal, es salvaje, pero tenemos margen de mejora. Y estoy segura de que la experiencia de este curso nos va a venir muy bien. Tenemos que mejorar ciertos aspectos, como los tramos intermedios en las regatas; como ser más regulares; como dar un paso adelante en términos de confianza y de autoestima, en quitarnos complejos… Pero estamos en el camino y lo vamos a demostrar en 2023”, comenta, para finalizar, la deportista alicantina.