En su vertiginoso e imparable camino hacia el estrellato, hacia la celebridad, hacia la cumbre, Ángela Martínez Guillén (Elche, 21 años) protagonizó el pasado viernes un capítulo histórico. Tan glorioso como apoteósico. La nadadora FER se adjudicó la Copa del Mundo en aguas abiertas celebrada en Ibiza. Un éxito superlativo. Un triunfo mayúsculo. De hecho, hasta la fecha, es su mayor conquista en la disciplina de aguas abiertas. Supera, con creces, a otros dos grandes podios internacionales conseguidos en 2024: el bronce logrado en la Copa del Mundo de Soma Bay, Egipto, y el oro obtenido en la Copa de Europa de Piombino, Italia. Ángela no se contenta con ser una de las principales embajadoras de la natación española del momento. Tiene en su punto de mira la cima internacional. Y, por lo visto, está a su alcance.
La Copa del Mundo celebrada en Ibiza presentaba un cartel de lujo. Aunque había alguna ausencia de consideración, la nómina de participantes era más que respetable. Sin ir más lejos, compitieron cuatro nadadoras que lograron diploma (es decir, acabaron entre las ocho primeras) en los Juegos Olímpicos de París. Ocho meses después, la deportista FER se tomó la pertinente revancha. Ángela se impuso a rivales tan cualificadas como la húngara Bettina Fabian, como las francesas Ines Delacroix o Carolina Jouisse, como la italiana Ginevra Taddeucci, o como la brasileña Ana Marcela Cunha. La victoria llegó tras un desenlace no apto para cardíacos. Tras casi dos horas de travesía, la nadadora ilicitana, un torbellino, llegó a meta con tan sólo dos segundos de ventaja sobre la segunda clasificada y cuatro con respecto a la tercera plaza. Su explosivo y poderoso final resultó decisivo. Ángela Martínez ya se ha asegurado su billete para el Campeonato del Mundo (mediados de julio en Singapur)
¿Fue el pasado viernes el día más feliz de tu vida deportiva?
Fue el segundo día más feliz de mi carrera. Por el momento, viví la jornada más especial en los Juegos de París, con motivo de mi estreno olímpico. Dicho esto, el viernes fue un día muy emocionante. Ganar una Copa del Mundo en tu país es lo máximo.
Con respecto a otras pruebas de aguas abiertas disputadas en meses anteriores, ¿qué cambió?
Empezar bien, empezar delante, estar con las mejores desde el principio. Nunca había tenido un inicio tan bueno. Fue clave.

Al margen de ese mejor inicio, ¿la de Ibiza ha sido tu mejor carrera de siempre? O, a pesar del espectacular resultado, ¿tampoco hubo excesivas diferencias con respecto a las pruebas del año 2024 en Soma Bay y en Piombino?
Sí, sin duda ha sido mi mejor carrera de siempre. Y no sólo por el oro. Ya he comentado que empecé fenomenal, pero, además, tuve buenas sensaciones durante toda la prueba; me mostré regular y sin altibajos; me avituallé bien; tomé buenas decisiones…
Aunque había alguna ausencia, la participación era de gran nivel. ¿Este oro significa que ya formas parte de la élite internacional?
Tendré que confirmarlo en próximas pruebas, pero sí puedo decir que esta victoria es un gran paso en mi carrera. Cada vez, me veo más competitiva y sin complejos frente a las grandes estrellas internacionales de las aguas abiertas.
Al respecto, ¿eres consciente de que, desde ahora, estarás mucho más vigilada?
Sí, y ello me genera, a partes iguales, ilusión y respeto. Vamos a ver qué tal se nos da la próxima gran competición, el Campeonato de Europa, a finales de mayo en Croacia
Por último, ¿podemos empezar ya a situarte por completo y únicamente en las aguas abiertas?
No es mi intención. Lo repito de nuevo: me gustaría compaginar las aguas abiertas y la piscina, ya que son complementarias y me pueden permitir ser mejor en ambas modalidades. Y mi deseo es disputar ambas especialidades en el Mundial de Singapur. No obstante, yo aceptaré lo que la Federación y los técnicos decidan y me asignen.