Casi al mismo tiempo que David Casinos alcanzaba la medalla de bronce en el lanzamiento de disco F11, el “Superlunes” de la natación del Proyecto FER en Río ofrecía un auténtico maremoto en la piscina olímpica. Una gran sorpresa protagonizada por Ariadna Edo, bronce en los los 400m libres S13 (discapacidad visual).
A la tercera fue la vencida para la joven nadadora castellonense. Edo, que en julio cumplió los 18 años, ya había sido sexta en los 200m estilos el pasado sábado. No desfalleció. En primer lugar, porque su insultante juventud y sus envidiables condiciones se lo impiden. Y después, porque era consciente de que su momento estaba por llegar. Se mostraba convencida de que su prueba fetiche acabaría situándola en el olimpo deportivo. Y así fue. Los 400m libres, la misma disciplina en la que Ariadna irrumpió en el escaparate internacional durante el Campeonato del Mundo de Glasgow de 2015, ha vuelto a encumbrarla con una medalla de bronce en unos Juegos Paralímpicos. Además, con una remontada para la historia. Conmovedora. Con unos 50 metros finales agonísticos. Abrazó el bronce por tan solo 8 centésimas. Un suspiro de gloria.
Quedaba el remate final a una jornada de vértigo. Pero la rúbrica no llegó. Ni por parte de David Levecq, ni por parte de José Antonio Marí. El primero ocupó la sexta plaza en los 100m mariposa S10, prueba en la que fue plata en Pekín 2008. Por su parte, José Antonio Marí, que aspiraba claramente al podio y buscaba redimirse del infortunio sufrido en los dos últimos grandes campeonatos internacionales, fue séptimo en los 100m libres S9. Mañana buscará mejor suerte en los 50m libres.