Carmen Ramos y Claudia Conte: objetivo Europeo de París

Para bien o para mal, Carmen Ramos Vellón y Claudia Conte saben que van a tener que convivir y competir con María Vicente, una de esas figuras que, cada cierto tiempo, irrumpe y deslumbra en el atletismo nacional. Tal coincidencia ofrece aspectos de todo tipo. Los positivos, una mayor motivación, una inevitable obligación de superarse, una sana competencia o una apasionante rivalidad. Los menos buenos, el poder quedar en un segundo plano por la enorme dimensión de la combinera catalana. No obstante, ni Carmen ni Claudia van a resignarse. Por las venas de las deportistas castellonenses, fluyen el carácter y la ambición Carmen, de 21 años, ya ha superado las numerosas penurias físicas del pasado curso, y se adentra en la temporada con hambre de éxitos y ansias de revancha. Mientras, Claudia, de 20 años, no quedó plenamente satisfecha del anterior ejercicio y sabe que tiene margen de mejora. Y en el horizonte de las dos atletas FER un objetivo difícil, pero no inalcanzable: clasificarse para el Campeonato de Europa al aire libre, previsto en París a finales de agosto.

Carmen Ramos: “Psicológicamente, me costó mucho superar la lesión; ahora, lo disfruto todo mucho más”

El año 2019 ha sido un curso plagado de problemas físicos. ¿Cómo lo viviste?

Todo empezó en Soria, en junio de 2018, en el Campeonato de España sub-23 de 2018. Allí, ya acudí un poco tocada del cuádriceps y sufrí otra rotura; pero, como había conseguido la mínima para disputar el Europeo absoluto de Berlín, decidí trabajar y recuperarme lo antes posible para estar en dicha competición. Finalmente, en Berlín, tuve que retirarme después de la primera jornada. Después, arrastré la lesión casi un año. Ha sido duro, pero felizmente ya es pasado. Esta etapa me ha servido para aprender a valorar y a disfrutar más cada zancada, cada lanzamiento, cada salto, cada paso que doy en mi carrera deportiva.

¿María Vicente es invencible? Para ti, ¿es mala suerte coincidir con una rival que parece inaccesible? ¿O esa cohabitación también tiene aspectos positivos?

Para mí, esta coincidencia tiene más aspectos buenos que negativos. Desde luego, es una rival durísima. Superarla va a ser muy difícil, pero no es imposible. No dejo de reconocer que existe un riesgo de quedar eclipsadas por su figura. Pero no voy a dejar de intentarlo. Yo no me resigno. Ése es mi reto: superarme y convertirme en una rival incómoda.

Estamos en año preolímpico, ¿te ves con opciones de acudir a Tokio 2020? ¿O centras tus esfuerzos en otros objetivos?

Acudir a los Juegos es un sueño. No sé si lo conseguiré este año, no me lo planteo. Después de la temporada pasada, he aprendido, con la ayuda de la gente que me rodea, a valorar el día a día y a intentar superarme en los pequeños retos para poder soñar en grande. También está por delante el Europeo de París, que es un objetivo más realista y factible, pero aún queda tiempo para encararlo.

Claudia Conte: “Quedé satisfecha con el resultado del Europeo sub-23, pero sé que debo mejorar para dar un salto de calidad”

En 2019, te enfrentabas a tu primer año en categoría sub-23. ¿Qué balance haces?

Agridulce. En cuanto a las marcas alcanzadas, no estoy plenamente satisfecha, ya que, tanto en los entrenamientos como a principio de temporada, tenía mejor forma física que otros años. En cuanto a la técnica, también mejoré, pero creo que, por mi culpa y una racha de mala suerte, no conseguí plasmar mi estado de forma. Estoy contenta con la novena plaza del Europeo sub-23. Claro, si hubiera quedado entre las ocho primeras, mucho mejor, pero yo partía la vigésima. Por tanto, al haber mejorado tantos puestos, quedé satisfecha. 

Con la vista puesta en mejorar y en ser mejor atleta, ¿en qué facetas deberías dar un salto de calidad?

Las pruebas en las que podría mejorar para dar un saltito de calidad son el lanzamiento de peso las vallas, aunque también puedo dar más en los 200m.

En cuanto a objetivos para 2019, ¿te ves con opciones de ir al Europeo absoluto de París?

Soy muy consciente de que llegar al Europeo es muy complicado. Pero creo que tengo posibilidades, es un objetivo que tenemos en mente y para el que vamos a trabajar a conciencia. Luego, podremos ir o no, pero tenemos el deseo de acudir y vamos a por ello.