Para un deportista de élite, tan importante, o más, que las fortalezas físicas y las habilidades técnicas lo son las características mentales. Tan importante, o más, que la fuerza, la rapidez, la destreza, la explosividad, la precisión o la resistencia, lo son la capacidad de gestionar las victorias, de asumir las derrotas, de manejar la presión o de sobreponerse a las lesiones. De lo último, de rehacerse ante los contratiempos médicos, de no derrumbarse pese a la concatenación de dolencias, sabe mucho Jorge Ureña (Onil, 29 años). Durante las últimas temporadas, el sensacional atleta alicantino, especializado en pruebas combinadas, no ha podido demostrar toda su grandeza porque la salud no se lo ha permitido. Unas molestias crónicas en su tobillo izquierdo le han impedido enriquecer su, pese a todo, brillante palmarés. Sin ir más lejos, este pasado verano, no pudo competir ni en el Campeonato del Mundo ni en el Campeonato de Europa, y tuvo que pasar por el quirófano.