Crónica del fin de semana (lunes 12 de diciembre)

Fin de semana de reposiciones para el Proyecto FER. De repeticiones. De reencuentros con sensaciones ya experimentadas. De todo tipo. Gratas y amargas. Satisfactorias y dolorosas. Las buenas, las agradables, fueron, por ejemplo, para Iván Pastor, que ha cerrado el curso 2016 como una exhalación. Si hace dos semanas se proclamaba campeón del Mundo en la clase raceboard, modalidad no olímpica, el pasado sábado concluía en una magnífica segunda posición la final de la Copa del Mundo de vela, una especie de epílogo de la temporada náutica y que, en esta ocasión, se ha celebrado en Australia. El regatista alicantino, vencedor de esta misma competición hace un año en Abu Dabi, fue el segundo mejor de los 20 participantes en la disciplina RS:X. El deportista FER completa un nuevo ciclo olímpico, pero ya piensa en el siguiente. Ya se plantea llegar a Tokio 2020. Su firme intención pasa por presentarse dentro de cuatro años en la capital nipona para disputar sus quintos Juegos.

Otro reencuentro placentero con escenas ya vividas con anterioridad ha sido el protagonizado por el taekwondista Raúl Martínez, quien ayer hacía buenos los pronósticos previos al certamen y se colgaba la medalla de oro en el Campeonato de España por clubes, torneo desarrollado durante el fin de semana en Alicante. El ilicitano (categoría de menos de 80 kg) se imponía en los tres combates dirimidos. En esta misma competición, Blanca Palmer (menos de 49 kg) y Natalia Núñez (menos de 46 kg) conseguían sendas medallas de plata. En las finales, la primera caía ante una rival madrileña; la segunda cedía frente a una adversaria murciana. Mientras, otro de los taekwondistas del Proyecto FER, el alicantino Daniel Ros, optó por participar en el selecto y prestigioso Gran Prix de Azerbaiyán. El deportista de Catral (menos 87 kg) sucumbió en el primer combate, en los octavos de final, ante un rival iraní por 3 a 1.

También ha habido espacio para una reposición muy amarga. Una historia ya conocida. En su nudo y en su desenlace. De hecho, el anterior precedente estaba muy presente. Tanto que, posiblemente, los fantasmas que comportaba acabaron siendo determinantes. Solo cinco meses después de caer de forma dolorosa y dramática ante Francia en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Río 2016, la selección española de balonmano femenino revivió la misma pesadilla y ante el mismo rival. Esta vez, en el Campeonato de Europa, que se está disputando en Suecia. Tras cuajar un excelente partido, tras disponer de rentas de hasta cinco goles, tras acariciar una victoria que era indispensable, las guerreras acabaron perdiendo ante el combinado galo de la forma más cruel posible: encajando un gol en el último segundo. Las deportistas FER Silvia Navarro y Lara González, pletóricas durante todo el choque, volvían a quedarse perplejas  y sin opción de luchar por medalla. La selección española no podrá reeditar la plata continental de hace dos años. Ahora, solo quedan partidos para salvaguardar el honor.

Para finalizar, a partir de mañana, diversos deportistas del Proyecto FER afrontan competiciones de gran nivel e importancia. En territorio doméstico, Sara Sorribes y Bernabé Zapata disputan en Mallorca el Campeonato de España de tenis. Mientras, en la otra punta del mundo, en Nueva Zelanda, los hermanos Enrique y Pablo Luján participan en el Campeonato del Mundo juvenil de vela en clases preolímpicas, un reputado certamen internacional al que los jóvenes regatistas FER acuden gracias a su condición de líderes del ranking nacional del año 2016 en su categoría de edad y en la modalidad 420.