Sin prisa, pero sin pausa. Así transcurre el crecimiento del atleta castellonense, de 21 años. Todo lo que consigue es gracias a sus entrenamientos, a su ética de trabajo, a su talante. Él mismo lo reconoce. No es ningún superdotado, pero sí, un gran deportista. Si no lo fuera, no se mantendría invicto en los Campeonatos de España sub-23 de los últimos tres cursos: lleva tres oros consecutivos en los Nacionales bajo techo y ganó, siendo sub-23 de primer año, el decatlón en 2020. Si no lo fuera, no hubiera sumado, este pasado domingo, 5.742 puntos, segunda marca española sub-23 de la historia.