Eusebio Cáceres y Enrique Llopis disputan la Reunión atlética de Karlsruhe

Poco a poco, el atletismo va acelerando su paso. Con el transcurso de las semanas, la temporada de pista cubierta empieza a ofrecer una agenda más poblada de eventos y reclamos. En paralelo, los atletas del Proyecto FER abandonan su etapa de enclaustramiento e hibernación, y se reencuentran con las competiciones. Son los casos, por ejemplo, de Eusebio Cáceres y de Enrique Llopis, preparados para inaugurar, este próximo viernes 28 de enero, el curso internacional 2022 con la presencia en la prueba del circuito World Athletics Indoor Tour que se celebra en Karlsruhe.

Ambos concluyeron el pasado ejercicio con buenas vibraciones, con un baño de autoestima. Y ambos afrontan la nueva temporada con grandes expectativas. Eusebio Cáceres (Onil, 30 años) acarició el podio en los Juegos de Tokio. Sólo tres centímetros le separaron de una medalla de bronce que hubiera representado una proeza mayúscula. No obstante, el atleta alicantino protagonizó un enorme concurso. Fue capaz de establecer tres marcas personales del año 2021 en apenas una hora: 8,08m, 8,11m y 8,18m. No volaba tanto desde el Mundial de Moscú en 2013. Mientras, Quique Llopis (Bellreguard, 21 años) conquistó la medalla de bronce en los 110m vallas del Campeonato de Europa sub-23 en Estonia. Además, por tan sólo una centésima. Tras muchos episodios adversos, la fortuna estuvo de su parte. En Karlsruhe, los dos deportistas FER inician dos meses trepidantes, que alcanzarán su momento culminante con el Campeonato del Mundo bajo techo (Belgrado 18-20 de marzo).

A sus 30 años, Eusebio Cáceres experimenta la ilusión y el entusiasmo de un principiante. El atleta de Onil mantiene que, de los Juegos de Tokio, “me traje mucho más que un diploma olímpico. Volví con un chute de energía y de ambición para el futuro. Fue un premio a mi cabezonería. Pese a las dudas de mucha gente, yo siempre confié en mí. Entrenar y competir me sigue apasionando. Por eso, de cara a 2022, el objetivo no es solo clasificarme para los grandes campeonatos; también, subir o, cuanto menos, estar cerca de los podios”, explica el saltador de longitud alicantino.

Por su parte, Quique Llopis no ha podido arrancar mejor la presente temporada. El pasado sábado, en el Campeonato Autonómico de clubes, el joven atleta de Bellreguard logró marca personal en los 60m vallas (7:65), registro que, de momento, le sitúa entre los 5 primeros tiempos mundiales de la temporada y que, además, le concede el pasaporte para disputar el Campeonato del Mundo en Belgrado dentro de apenas dos meses. “Ya he dado un buen mordisco de cuatro centésimas en los 60m vallas. Siempre he dicho que en los 60m vallas puedo rondar los 7 segundos y 60 centésimas. En aire libre, mi mejor tiempo en los 110m vallas es 13:41. El objetivo de este año es acercarme a los 13:30. Por supuesto, me hace mucha ilusión hacerlo bien en el Mundial bajo techo de Belgrado. No obstante, mis grandes objetivos pasan por los dos grandes torneos del verano. En el Mundial de los Estados Unidos, quiero meterme en las semifinales. Y en el Europeo de Múnich, aspiro a estar en la final”, apunta Llopis. De momento, el discípulo de Toni Puig ya ha ofrecido el primer gran fogonazo. Y no será el último.