Muy del Este. Muy de la Europa del Este, en concreto. Sea casualidad o no, Hugo Arillo parece encontrarse especialmente cómodo en la parte más oriental del viejo continente. Es en estos países donde ha conseguido sus mejores resultados desde que dejó de ser una ilusionante promesa para convertirse en una sólida realidad. En 2021, se colgó el oro en el Open de Polonia. En 2022, conquistó el Open de Bulgaria. En 2023, hizo doblete en Polonia (Open y Juegos Europeos) y, además, se adjudicó el Open de Serbia. Y hace pocos días, el pasado 15 de abril, subía a lo más alto del podio en el Open celebrado en Tallin, Estonia.
Al margen de esta curiosidad geográfica, Hugo Arillo (Elche, 23 años, categoría de menos 58 kg) ha vuelto a reivindicarse. Ha ratificado que es uno de los valores más fiables y consistentes del taekwondo nacional. Y ha corroborado que está llamado a asumir un fuerte protagonismo en este ciclo olímpico. En Estonia, a la tercera competición internacional, fue la vencida. Desde el inicio de 2025, había participado en el Open de Holanda, donde alcanzó el bronce, y en el Open de Serbia, en el que cayó eliminado en la ronda de cuartos de final. “Poco a poco, voy recuperando sensaciones y ritmo. Hay que tener en cuenta que apenas competí en todo 2024 por culpa de unas molestias en la rodilla derecha. Una inactividad tan larga y prolongada se acusa. Ahora, empiezo a notarme más ágil, más fluido, más fresco. Espero seguir así y con plenitud física”, señala Arillo.

El deportista ilicitano es consciente de que se adentra en su verdadero ciclo olímpico. Ya ha iniciado su carrera hacia los Juegos de Los Ángeles 2028. Hugo se quedó a las puertas de París. En diciembre de 2023, cuando se cerró el proceso clasificatorio, el taekwondista FER era sexto en la categoría de menos 58 kg. Es decir, ocupaba una de las posiciones que concedían el billete olímpico de forma automática. No obstante, este extraordinario hito no pudo recibir el merecido premio. La razón, la presencia de otro español, el madrileño Adrián Vicente, por delante, en la tercera posición. La frustración de aquel momento se convierte ahora en el mejor estímulo. Adrián Vicente, por cierto, ha subido de categoría de peso y ya no es rival. En principio, su contrincante doméstico más fuerte será el madrileño Jesús Fraile.
“Tengo el objetivo muy claro, muy definido. Éste sí es mi ciclo. Dicho esto, hay que añadir que el camino hacia Los Ángeles 2028 va a ser muy largo y distinto al ciclo anterior. La Federación Internacional está cambiando el sistema de puntuación vía ranking. Hasta mediados de 2026, no arrancará realmente el proceso clasificatorio. Hay que ser muy inteligente y llegar muy bien preparado a las citas importantes. Es lo que marcará la diferencia”, comenta Hugo Arillo. El momento culminante de la presente temporada llegará a finales de octubre, días en los que se celebrará el Campeonato del Mundo en China. Antes de ese instante supremo, el calendario ofrece muchos torneos. Como los dos siguientes que aparecen en el calendario de Hugo: el Open de España (27 de abril en La Nucía, Alicante) y la Copa Presidente Europa (18-19 de mayo en Sofía, Bulgaria). Para Arillo, el carrusel ya está en marcha. Y no se va a detener.