Irene Ros y Sara Micó: Un año de los que curten

Aprender a contrarreloj. A base de infortunios. Con obstáculos en el camino. Sin tiempo para una mínima pausa. Dos jóvenes y prometedoras deportistas FER, la gimnasta Irene Ros y la nadadora Sara Micó, no han tenido, precisamente, un camino plácido durante este año que ya concluye. Por unos u otros motivos, se han visto inmersas en tesituras poco favorables, en circunstancias poco benignas. Pero, gracias a su talento y carácter, han logrado salir airosas. Acaban un curso que las ha puesto a prueba, pero que también las ha hecho más maduras, más fuertes. Los cimientos para 2022, el año de sus respectivas eclosiones, están puestos.

Siento que voy recortando distancias con las mejores”

Para esta gimnasta valenciana, que cumplirá 17 años en febrero, el gran problema de 2021 ha sido la ausencia de competiciones. De hecho, Ros sólo ha afrontado un evento del máximo nivel. Y no era cualquier torneo. Representaba su estreno en el nivel 10, el máximo, en un Campeonato de España. Hace apenas dos semanas, la deportista FER saldó con nota su debut en la máxima categoría de la artística nacional.

Irene empezó el concurso de forma fulgurante. En su primer aparato, en salto, fue la mejor de todas las participantes. Superó, incluso, a Alba Petisco y Roxana Popa, olímpicas en Tokio. Posteriormente, estuvo correcta en barra de equilibrios y en las asimétricas. Por último, y para su desgracia, una caída en el ejercicio de suelo le penalizó y le impidió ser bronce en la clasificación del concurso general tras la suma de los cuatro aparatos. Al final, acabó quinta de las 20 competidoras que completaron el all around.

¿Qué balance haces de tu primer Campeonato de España en nivel 10, la máxima categoría? ¿Contenta?

En líneas generales, sí. Conseguí mis principales objetivos. Por ejemplo, hacer un buen ejercicio global en barras asimétricas, uno de los aparatos que, en la actualidad, más me cuestan. También, una buena salida en la barra de equilibrio. Y, sobre todo, cómo no, el oro en salto, que supuso una enorme alegría. Me queda el mal sabor de boca por el fallo en suelo, que me privó, casi seguro, de ser bronce en la clasificación general. Además, me dio rabia, porque este ejercicio suelo tenerlo bastante controlado en los entrenamientos. Pero, para ser mi primer Nacional en nivel 10, lo disfruté mucho.

Ahora que has competido con ellas, en todo un Campeonato de España nivel 10 ¿te ves muy lejos de, por ejemplo, las olímpicas Alba Petisco y Roxana Popa?

Me veo todavía lejos de ellas en cuanto a experiencia. Ellas tienen más recorrido. Yo, prácticamente, acabo de empezar. Pero, a la vez, creo que voy recortando distancias. En Pamplona, demostré que, en poco tiempo, podré estar luchando con ellas de tú a tú. Creo que me encuentro en el buen camino

¿Esperanzada en el futuro y, sobre todo, en ir a los grandes torneos internacionales de 2022?

Sí, mucho. He extraído muy buenas conclusiones del reciente Campeonato de España. Me ha reforzado. Al margen de que es mi gran deseo y objetivo, veo factible ser una de las gimnastas seleccionadas para el Campeonato de Europa o del Mundo de 2022. Tengo las ideas muy claras, sé lo que quiero y voy a por ello.

Estoy convencida de que 2022 va a ser mi año”

Entre inoportunas indisposiciones en dos torneos, y entre los codazos y golpes recibidos en su primer Campeonato de Europa junior de aguas abiertas, Sara Micó (Alicante, 16 años) ha vivido un año de los que curten, de los que endurecen. A finales de marzo, dos días antes del evento, un fuerte tirón en la espalda le impidió competir a tope en el Open de primavera. Algo similar le ocurrió recientemente. Hace pocos días, en el tramo final de noviembre, no pudo disputar en plenitud el Nacional de piscina corta por culpa de placas de pus en la garganta. Entre medias, en verano, conoció de primera mano, el carácter selvático de una prueba del máximo nivel, el Europeo junior, en aguas abiertas. Seguro que todo lo enumerado, nada amable, lo transformará en aprendizajes.

Tras este 2021 nada fácil, ¿estás convencida de que 2022, tu último curso como junior, será tu año?

Lo espero y lo deseo. La verdad es que 2021 ha sido un año lleno de complicaciones e infortunios. Cuando llega un gran torneo y no puedes competir por enfermedad o lesión, sientes una gran frustración. Pero de todo se aprende. Por tanto, estoy convencida de que, si me acompañan la salud y la suerte, el próximo va a ser mi año.

¿Aguas abiertas o piscina? ¿Hacia dónde te encaminas?

No tengo todavía una respuesta clara. Me siento cómoda, me gustan y me motivan las dos disciplinas. A medida que pase el tiempo y vaya creciendo como nadadora, decidiré, pero, de momento, en 2022, voy a seguir compitiendo en ambas modalidades.

Si tuvieras que decir un objetivo concreto para el próximo año, ¿cuál dirías?

No hay duda: clasificarme para los dos Campeonatos de Europa junior, el de natación convencional y el de aguas abiertas. Y en ambos casos, ocupar plaza de finalista.