Lidón Muñoz: entre la burbuja de Budapest y el nuevo camino hacia Tokio

A principios de este mes de octubre, y casi al mismo tiempo, Lidón Muñoz del Campo recibió una importante noticia y tomó una valiente decisión. La noticia, esperada, confirma que aquellos nadadores españoles, un total de seis, que hace casi un año, en diciembre de 2019, habían conseguido las mínimas exigidas para los Juegos de Tokio tendrán que rehacer el camino. Deberán lograrlas de nuevo. Las marcas conquistadas a finales del pasado curso en Ámsterdam han quedado invalidadas. La Federación Española ha establecido unos nuevos criterios. Lidón ya conoce los requisitos para ser deportista olímpica el próximo verano. De forma simultánea, la nadadora castellonense, de 24 años, decidía participar en la segunda edición de la International Swimming League (ISL), la liga profesional de natación creada el pasado año por un magnate ucraniano y que, en esta ocasión, va a desarrollarse en formato burbuja en Budapest.

La deportista FER va a ser la única nadadora española presente en la capital húngara. Este segundo capítulo de la ISL va a contar con diez equipos, dos más que en 2019. Lidón Muñoz volverá a defender al Aqua Centurions de Roma. Tras dar negativo en diversas pruebas PCR a las que se sometió días antes de viajar, Lidón llegó el domingo 11 de octubre a Budapest. Y allí estará hasta mediados de noviembre. En total, cinco semanas. “He decidido ir por diversos motivos. Primero, porque el protocolo sanitario está muy bien diseñado y me inspira la máxima confianza. Han distribuido a los diez equipos en diversos hoteles para el alojamiento y en distintas piscinas para los entrenamientos. Sólo coincidiremos todos cuando compitamos en el Duna Arena. Además, está todo muy centralizado en la Isla Margarita, un precioso parque de Budapest, a orillas del Danubio, y que es un reducto de naturaleza y tranquilidad. Para que no falte de nada, cada 5 días, nos someteremos a test”, explica Lidón.

Con todo, la principal razón por la que la nadadora FER ha optado por viajar a Hungría y sumergirse en esta burbuja tan especial es de carácter deportivo. “Voy a poder disputar 8 sesiones del máximo nivel. Aunque la pandemia ha provocado algunas bajas (por ejemplo, faltan los australianos), aquí va a haber muchas figuras. Por tanto, considero que merece la pena hacer este sacrificio durante el próximo mes. Estoy convencida de que voy a extraer beneficios. De hecho, el pasado año, las dos competiciones de la ISL que disputé representaron un grandísimo aprendizaje, me permitieron crecer y fueron decisivas en el rendimiento que tuve en Ámsterdam, cuando conseguí la mínima olímpica para Tokio. Espero que vuelva a repetirse la historia”, señala la nadadora castellonense.

Curiosamente, al igual que en 2019, Holanda volverá a conceder la primera oportunidad para firmar el “nuevo” pasaporte olímpico. La Federación Española ya ha explicado a los grandes referentes de la natación nacional el nuevo camino hacia los Juegos de Tokio. Para empezar, las mínimas logradas a finales del pasado año en Ámsterdam han pasado a mejor vida. “No ha sido ninguna sorpresa. Lo esperaba”, comenta Lidón, quien se encarga de explicar las nuevas condiciones. “Podremos conseguir las marcas exigidas en tres eventos. En el Open de Rotterdam, del 3 al 6 de diciembre; en el Campeonato de España Open de Primavera en Sabadell, del 24 al 28 de marzo; o en el Campeonato de Europa en Budapest, del 17 al 24 de mayo”. La gran novedad estriba en que se da prioridad a la cronología (a quien antes logre ese registro) por delante de las propias marcas. Es decir, cuando un nadador consiga el billete, ya no tendrá que refrendarlo con posterioridad y ningún otro nadador o nadadora nacional se lo podrá arrebatar. Hay dos plazas para deportistas españolas por prueba. Si las dos plazas quedan asignadas entre Rotterdam y Sabadell, no habrá opción de que un tercer nadador aspire a un pasaporte olímpico, por mucho que establezca una mejor marca en el Europeo de mayo. En ese certamen, sólo estarían en juego la plaza o las plazas aún por cubrir.

Voy a poder disputar 8 sesiones del máximo nivel. Aquí va a haber muchas figuras. Por tanto, considero que merece la pena hacer este sacrificio el próximo mes

Al margen de todo ello, Lidón se muestra optimista a la hora de evaluar sus opciones olímpicas. La mínima en los 50m libres es 24:77. La de los 100m libres es 54:38. “Estoy segura de que puedo conseguirlo. Si lo hice en 2019, lo puedo repetir en 2020. De momento, quiero centrarme en aprovechar al máximo la experiencia en la ISL de Budapest. Luego, disputaré el Nacional de invierno en piscina corta en Castelló. Y después, llegará Rotterdam. Curiosamente, coincidirá con mi 25º cumpleaños. No habría mejor regalo que conseguir la mínima olímpica. He luchado mucho para estar aquí. Ahora, he de rematar todo el esfuerzo invertido”, concluye Lidón.