Un mismo resultado, diferentes significados. El mismo escalón del podio, distintas consideraciones. Durante el pasado fin de semana, en la recta final del Campeonato del Mundo de atletismo paralímpico, Héctor Cabrera y Nagore Folgado conseguían sendas medallas de bronce. Héctor, en el lanzamiento de jabalina F12 (clase de discapacidad visual); Nagore, en los 100m T12 (categoría, también, de discapacidad visual). La conquista es idéntica. Sin embargo, las evaluaciones son dispares.
Para Héctor, esta medalla de bronce es un desquite. Una especie de resarcimiento, de desagravio, a una temporada que, de nuevo, ha resultado muy complicada. En palabras del protagonista, “casi caótica”. Y todo, por los quebraderos de cabeza que le sigue dando su rodilla derecha. Héctor Cabrera (Oliva, 31 años) no puede abandonar por completo la pesadilla en la que se encuentra inmerso desde que, en julio de 2020, esa articulación se quebró. “Este año ha vuelto a ser muy duro. Lleno de penalidades. Sobre todo, por la falta de continuidad, por las intermitencias. En repetidas ocasiones, he tenido que interrumpir mis entrenamientos por la aparición de líquido en mi rodilla. Por ello, llegar al Mundial sin una preparación adecuada y, pese a todo, conseguir un bronce es para estar contento. Yo lo estoy”, comenta el atleta FER.
En realidad, Héctor Cabrera no disfruta plenamente de un gran evento internacional desde el Mundial de Dubái, en 2019. En aquel certamen, el deportista de Oliva no sólo consiguió la medalla de plata; además, logró su mejor marca personal de siempre, 64 metros y 89 centímetros. A partir de ese momento, su carrera ha estado marcada por las turbulencias físicas. “Por supuesto, cuando vas a un Mundial, sueñas con el oro o, al menos, con la plata. Pero tal y como llegaba a la India, un bronce es un muy buen resultado. Hay que tener en cuenta que mi mejor lanzamiento de esta temporada había sido 50:13. El pasado sábado, alcancé los 60,27m. Sinceramente, creo que no podía hacer mucho más”, explica Héctor, quien, en pocos días, volverá a pasar por el quirófano para ser operado, otra vez, de su rodilla derecha. Un volver a empezar permanente. “Pero este resultado me anima mucho y ya pienso en llegar a tope al Europeo de 2026”, comenta.

Por su parte, Nagore Folgado acepta el reto. Asume la responsabilidad. Nagore (Valencia, 21 años) está destinada a ser una de las banderas del deporte adaptado valenciano durante mucho tiempo. Su protagonismo no es reciente. No ha surgido de la noche al día. A pesar de su juventud, Folgado ya transita con firmeza desde hace años. Su palmarés ya empieza a ser rico e interesante. Incluye dos participaciones en Juegos Paralímpicos, los de Tokio y París, y, sobre todo, la medalla de bronce conseguida en el Campeonato del Mundo de 2023, celebrado, también, en la capital francesa. A todos estos hitos, hay que añadir el éxito logrado este pasado fin de semana en el certamen universal de la India. La deportista volvió a colgarse otro bronce en su prueba de referencia, los 100m T12. Ahora bien, este podio tiene mucho más valor que el de 2023.
Hace dos años, la atleta valenciana fue tercera con un crono de 12 segundos y 66 centésimas. Esta vez, ha repetido resultado (tercer puesto de 14 competidoras), pero ha dado un tremendo zarpazo al reloj. Nagore aterrizaba en Nueva Delhi, con una plusmarca personal de 13:26, tiempo conseguido este verano. En las series clasificatorias, la rebajó hasta los 13:18. Y ya en la final, junto a su nuevo guía, Rafa Quijar, se superó a sí misma y detuvo el reloj en unos explosivos 13:11, mismo registro que la segunda clasificada. Es decir, la deportista FER ha firmado en la India la mejor competición de su vida. Ya no sólo por la medalla de bronce; también, porque se ha mostrado más rápida que nunca. El optimismo y la ambición que transmitía días antes del certamen universal estaban más que justificados. Nagore se consolida en la élite internacional y, con sus 21 años, demuestra que tiene mucho recorrido por delante.
En suma, el atletismo adaptado valenciano ha ofrecido un brillante balance en el Mundial de la India. Con el oro de Iván Cano, la plata de Judith Tortosa, y los bronces de Héctor Cabrera y Nagore Folgado, el Proyecto FER ha aportado cuatro de las diez medallas conseguidas por la delegación española. La contribución es sobresaliente. Misión cumplida.