Los dientes de sierra de Daniel Andújar en 2017

A estas alturas del año, casi dos meses después de haber concluido la temporada, cuando se le pregunta por su balance del curso, Daniel Andújar sigue ofreciendo una reacción bipolar. A un argumento estimulante, le sucede un razonamiento no tan positivo. A una conclusión satisfactoria, contrapone una imagen ingrata. Dientes de sierra anímicos. Ahora contento, ahora contrariado. “En líneas generales, el ejercicio 2017 ha sido bastante bueno; tanto en resultados, como en marcas. Ahora bien, admito que, en el gran evento de la temporada, no estuve a mi máximo nivel y no pude alcanzar mi gran objetivo”. Se refiere al Campeonato del Mundo al aire libre en Londres, donde el atleta alicantino no pudo alcanzar las semifinales y cayó en las series preliminares. Cayó en el sentido estricto de la palabra. Su agonístico esfuerzo en los últimos metros le hizo perder el equilibrio y rodar por el tartán del estadio londinense.

No estar en semifinales del Mundial de Londres todavía le entristece. Casi le crispa. “Pero no hay que olvidar que el nivel de los 800m en España es durísimo y estar entre los 3 elegidos ya es todo un logro”, añade con tono reivindicativo. Acto seguido, expone otra contradicción. “Quizás, el mejor momento del año llegó con la cuarta plaza en el Europeo de pista cubierta de Belgrado”. Satisfacción fugaz. “Pero me quede tan cerca del podio…”. Un perfecto reflejo de la dualidad en la que se mueve el deportista FER tras una temporada intensa en la que siguió mejorando sus marcas. El trazo que se mantiene invariable en Daniel Andújar es su convencimiento en sí mismo. Y no es arrogancia. Tampoco un exceso de autoestima.

A sus 23 años, todavía joven, Andújar no ha tocado techo, o suelo, según se mire, en sus marcas. Su evolución es gradual, pero incesante. No hace muchos meses, rebajar la frontera de 1 minuto y 46 segundos en los 800m era casi una proeza. No obstante, el alicantino ya se encuentra en el 1 45 17, su mejor marca de siempre. La obtuvo el pasado 14 de julio, en la Reunión Internacional de Madrid. “No creo que hasta aquí haya llegado. Con toda la humildad del mundo, pienso que aún puedo rebajar este registro. Mi gran sueño es correr por debajo del 1 45. Repito, no lo veo utópico. Y esto puede ocurrir en cualquier momento. Es cuestión de tener el día”, afirma el mediofondista alicantino. Aunque para ello, no podía faltar el contrapeso, tengo que mejorar en los últimos 100m, en el tramo definitivo de las pruebas, en mi punta de velocidad final”, añade Andújar.

En octubre, el deportista alicantino volverá a la carga. Volverá a estirar al máximo las jornadas para poder compaginarlo todo: la exigente preparación de un deportista de un alto nivel, la parte final de los estudios universitarios de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y su afición a las redes sociales, en las que se muestra muy activo para difundir su pasión por el atletismo. Con respecto a los objetivos, dos grandes citas aparecen en su calendario. En marzo, el Mundial bajo techo en Birmingham, “pero sobre todo el Campeonato de Europa al aire libre de Berlín en el mes de julio. Ese es mi gran reto. Ahí, tengo que conseguir sí o sí meterme entre los 8 mejores para disputar la final de una gran competición al aire libre. Quiero saldar la deuda pendiente del Europeo de Ámsterdam 2015”, sentencia Andújar. En este caso, categórico. Sin argumentos en contra que contrarresten tal anhelo.