Manuel Pastor y Andrés Vila: la ilusión no deja de ‘escalar’

Desde su incorporación al programa olímpico en 2021, la escalada se encuentra en franca expansión. No deja de conjugar el verbo que la sostiene. Es decir, no deja de escalar. Dicho de otro modo, asciende en celebridad, gana popularidad, adquiere más seguimiento. Sobre todo, en muchos países del centro y del norte de Europa, que preparan espectaculares escenarios y fastuosos montajes para la celebración de sus competiciones. En España, todavía tiene un largo trecho que recorrer. Gracias al sorpresivo fogonazo protagonizado por Alberto Ginés, campeón olímpico en Tokio, la escalada salió del caparazón. Dejó de ser una absoluta desconocida. Ha dado pequeños pasos, pero sigue a años luz de la pasión que despierta en otras latitudes del Viejo Continente.

Como ocurre en todas las modalidades, también la escalada precisa de deportistas top, de reclamos, de figuras con las que identificarse y emocionarse. En la actualidad, la escalada española vuelve a ilusionarse con el extremeño Alberto Ginés, cuya temporada 2025 está resultando sensacional. También, con el madrileño Guillermo Peinado. Y por detrás, con un crecimiento sostenido y permanente, aparecen dos deportistas de la Comunitat Valenciana. Son Manuel Antonio Pastor y Andrés Vila. Ambos se muestran especialmente competitivos en la especialidad de bloque. Ambos son todavía muy jóvenes. Manu es de Elche y tiene 18 años. Andrés, de 17, nació en Paterna. Sin embargo, sus evoluciones invitan al optimismo.

El último ejemplo es muy reciente. A finales de julio, los dos embajadores FER disputaron en Helsinki el Campeonato del Mundo sub-19 de la modalidad de bloque. Y volvieron a dar un salto de calidad. Sobre todo, Manu. Del total de 98 participantes, el escalador ilicitano ocupó una sensacional octava plaza. Aunque fue el último clasificado en la final, la mera presencia entre los ocho finalistas ya significaba toda una proeza. “Aunque nunca hay que renunciar a nada, antes del Mundial ya me daba por satisfecho si me convertía en uno de los 24 semifinalistas. Sinceramente, con el brutal nivel que había, consideraba muy difícil ser uno de los ocho finalistas. Pero me colé. Como octavo, como el último, pero me colé. Ya en la final, no pude superar la octava posición, pero acabé muy contento. Es la recompensa al trabajo que hay detrás. Especialmente desde septiembre, momento en que empecé a viajar muchos fines de semana a Madrid. Además, en este 2025 también he entrenado bastante en París. En suma, está siendo un año muy exigente, pero un logro como el alcanzado en el Mundial sub-19 lo compensa casi todo”, apunta Manu.

Pese a que no deja de lado los estudios y, en pocos meses, empezará el Grado Universitario en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, Manu Pastor va a intentar llegar muy lejos en la escalada, disciplina a la que define como «una forma de vida”. Además, el joven deportista ilicitano tiene carisma, gancho, desparpajo. Si lograra un gran éxito deportivo, podía adquirir mucho tirón. Le acompaña el carácter. Cabe recordar que, al margen de la reciente octava plaza en el Mundial sub-19, Pastor ya había logrado brillantes resultados durante la presente temporada. Por ejemplo, la 5ª plaza en la Copa de Europa sub-19 de Portugal; la 11ª posición en el Campeonato de Europa sub-19 en Italia; o la 6ª plaza en la Copa de Europa sub-19 de Hungría. Siempre se me han dado mejor los bloques de fuerza, los que requieren un componente más físico”, explica Manu, para quien no hay vacaciones. “Ahora, estoy en París para preparar el Campeonato de España de bloque de principios de septiembre”.

Andrés Vila (izquierda) y Manuel Antonio Pastor (derecha)

Más serio, más introvertido, pero igual de emergente y prometedor es Andrés Vila, que se introdujo en la escalada por tradición familiar. “Mi padre lo practicó de siempre. Yo empecé a los seis años. Y la primera competición llegó a los 12. Lo que más me gusta es que no es nada aburrido, que no es nada repetitivo. Hay mucha variedad de disciplinas, aunque yo estoy enfocado hacia el bloque”, señala el deportista natural de Paterna, y de 17 años. En el reciente Mundial sub-19, Andrés ocupó una notable 14ª plaza (de 98 competidores); es decir, se quedó relativamente cerca de ser uno de los ocho finalistas. Meses antes, había sido 20ª (de 74 escaladores) en el Europeo, en Austria. Es decir, en ambos eventos, el deportista FER ha ocupado la zona media alta.

Andrés también está dedicado en cuerpo y alma a la escalada. De hecho, en 2025 ha afrontado hasta tres Copas del Mundo absolutas (las de Múnich, Roma e Innsbruck). “Estas competiciones absolutas son durísimas. He estado muy lejos de los primeros puestos, lo sé, pero estas pruebas me permiten adquirir mucha experiencia. Son como una especie de curso intensivo, de inversión para el futuro”. No obstante, su mejor resultado del curso ha sido la formidable medalla de plata conseguida en la Copa de Europa sub-19 de Hungría. Manu y Andrés son otros dos diamantes en bruto del deporte valenciano. Tan parecidos y, al tiempo, tan distintos. Sí coinciden en su ídolo: el checo Adam Ondra.