Participar en dos Ligas y jugar en dos clubs separados por más de 1000 kilómetros no es un hecho común. Tampoco, una oportunidad que se le presente a muchos deportistas. Y menos, si la atleta en cuestión apenas ha cumplido la mayoría de edad. Sin embargo, esas situaciones no son tan extrañas cuando alguien destaca, tiene un futuro prometedor y exhibe una madurez muy por encima de la edad biológica. Es el caso de Marina Ñíguez. Alicantina de 18 años, jugadora de tenis de mesa y única representante del Proyecto FER en esta modalidad.
El pasado verano, fichaste por el Niort francés. ¿Qué nos puedes contar de este conjunto con el que te has comprometido, a qué ciudad pertenece, con qué frecuencia viajas al país vecino…?
El club es el Niort TT. Corresponde a una localidad situada a una hora de Nantes. Juego con ellos cuando no tengo partido de Liga en España con el Alicante Tenis de mesa. Hay meses en los que no viajo y otros en los que voy varios fines de semana.
¿Qué te llevó a dar el paso y a aceptar la propuesta del equipo francés?
Di el paso porque, como también he cambiado de categoría, pensé que salir a jugar fuera me iba a venir bien. Ellos contactaron conmigo y me hicieron un planteamiento interesante que me podía permitir crecer. Además, conocía a un jugador que, hace unos años, vino a jugar con nosotros a mi club, el Alicante Tenis de mesa. Pasados ya unos meses, y aunque tanto viaje supone más esfuerzo y sacrificio, puedo decir que la experiencia está siendo enriquecedora.
En 2018, dejas de ser junior. Pasas a ser sub-23 en España, sub-21 en Europa y, en competiciones internacionales, también puedes jugar como absoluta, ¿cuáles son tus retos para el año que viene?
Mi principal objetivo aquí es ser campeona de España en categoría sub 23 y hacer podio en todos los torneos nacionales. También quisiera formar parte del equipo nacional absoluto para ir a competiciones internacionales y, por fin, acudir a mi primer Campeonato de Europa absoluto.
A propósito de tus objetivos, hasta el momento, cuando compites individualmente en los principales certámenes internacionales, los grandes resultados se te resisten. ¿Tanta diferencia hay con las rivales?
Es verdad que hay países (sobre todo, los asiáticos) que son auténticas potencias y es muy complicado jugar contra ellas. Además, este año he jugado solo un Open Internacional absoluto y eso me ha perjudicado. No tener puntos a la hora del sorteo influye mucho, porque, a las primeras de cambio, te suelen tocas las cabezas de serie. Y todas ellas son, ahora mismo, inabordables.
¿Eres optimista? ¿Sigues pensando que puedes llegar a lo más alto a nivel internacional?
Por supuesto. Me encuentro en un gran momento. Ahora he tenido un percance en mi hombro, pero con unas semanas de descanso estará solucionado. Creo que estoy teniendo entrenamientos de calidad para estar ahí, para seguir creciendo y para, a medio plazo, dar un salto y poder equipararme a las mejores de Europa.