Néstor Abad hace balance de un 2021 de contrastes y ya mira al futuro con optimismo

Japón, como pozo y trampolín. Como freno e impulso. Como decepción e inyección de optimismo. Como crisis y recuperación. Así de antagónicas fueron las dos recientes estancias de Néstor Abad en el país nipón. La primera, en julio, con motivo de los Juegos Olímpicos, recogió y representó lo peor, lo más amargo. La segunda, en octubre, para disputar el Campeonato del Mundo, aglutinó y simbolizó lo mejor, lo más reconfortante. El gimnasta alicantino, de 28 años, se queda con el último precedente, con las buenas vibraciones experimentadas en el certamen mundialista. Un baño de ilusión para reafirmarse en su intención de cubrir este nuevo ciclo olímpico y de intentar llegar a los Juegos de París.

 

“Lo dije después de los Juegos de Tokio. Ahora, con la inercia positiva que me ha dado el Campeonato del Mundo, lo confirmo: mi voluntad de recorrer el camino hacia París es firme. Antes del Mundial, comenté que, si no estuviera seguro de mis posibilidades, condiciones y fortalezas, no lo haría. No es una cuestión de enrocarse o de buscar revancha tras la decepción experimentada en Tokio. Continúo por plena convicción. Porque considero que todavía tengo unos años buenos y que no ha llegado todavía el momento de decir adiós”, señala el deportista FER.

Néstor Abad es consciente de que, en el pasado Campeonato del Mundo, evento celebrado durante el mes de octubre, la participación era menor a la registrada a anteriores Mundiales. Además, este certamen universal no acogía a algunas de los grandes gimnastas del concierto internacional. No obstante, el deportista alicantino extrajo conclusiones muy positivas. Por encima de la décima plaza ocupada, “hice una final all around muy uniforme y regular, mucho mejor que la jornada clasificatoria. Posiblemente, junto a la del Mundial de Doha en 2018, haya sido una de mis mejores comparecencias. De hecho, en el ecuador de la final, me coloqué cuarto. Casi ni me lo creía. Por desgracia, en los últimos tres aparatos (suelo, barra fija y caballo con arcos), no estuve tan brillante como en los tres primeros ejercicios (salto, paralelas y anillas). Pero no fue porque me puse nervioso al verme cuarto; simplemente, no me salieron tan redondos. No hay otra razón”, rememora Abad.

 

Empieza a ser habitual que Néstor brille en determinados aparatos y tropiece en otros. La historia dice que el gimnasta alicantino acostumbra a hacerlo muy bien en anillas y en paralelas, pero es penalizado en el caballo con arcos. “Es cierto, casi siempre clavo las anillas. También me encuentro cómodo y suelo hacerlo bien en paralelas. En suelo, salto y barra fija, hay de todo, actuaciones buenas y otras más discretas. Pero sí es cierto que el caballo con arcos es mi asignatura pendiente. Tengo que trabajar más este aparato”.

 

Durante los últimos años, el gimnasta de Alcoi se ha consolidado como el más completo de toda España. Se ha erigido en la referencia de la gimnasia nacional en el all around o rotación general. Sin embargo, su hegemonía empieza a verse cuestionada. Tanto en los Juegos de Tokio como en el Campeonato del Mundo de Japón, Joel Plata, un joven deportista barcelonés de 23 años, ha superado a Abad. “Para mí, esta competencia es una buena noticia. Cuanto más crezca la gimnasia nacional, mejor para todos. Es cierto que hay un concurso individual en el que todos queremos quedar lo mejor posible; pero no es menos cierto que, entre los Mundiales de 2022 y 2023, vamos a jugarnos la clasificación de todo el equipo español para los Juegos de París. Y este objetivo, tan difícil y complicado, requiere de gimnastas del máximo nivel. Por tanto, bienvenido sea el crecimiento de Joel Plata. Ahora bien, que me haya ganado en los últimos eventos no significa que vaya a superar ya siempre”, comenta, entre risas, Abad, cuyas miradas ya se dirigen hacia 2022, año que acogerá el Europeo de Múnich, en agosto, y el Mundial de Liverpool, en octubre. En este último certamen, España deberá acabar entre los 24 primeros países para seguir en la carrera olímpica, un objetivo factible. El deportista FER todavía tiene mucho que ofrecer.