Contra el reloj. Así se encuentra el atleta castellonense en las últimas semanas. Víctima de las lesiones, Torrijos, de 30 años, no pudo competir en la temporada de pista cubierta. De hecho, no volvió a entrenar con casi total normalidad hasta bien entrado el mes de abril. Es decir, ha acumulado un cierto retraso en su preparación y puesta a punto. De momento, ha disputado dos pruebas. El pasado 4 de junio, en Andújar, llegó hasta los 16,50m Mientras, el domingo 12 de junio, saltó 16,41m en Nueva York. En Nerja, el objetivo de Pablo no es tanto la medalla de oro, que, salvo sorpresa monumental, debería de ser para Jordan Díaz, sino mejorar sus marcas y rondar, cuanto menos, los 16,80m para ser merecedor del billete mundialista. Pablo puede viajar a Eugene vía world ranking, pero necesita ganarse la confianza del seleccionador nacional este fin de semana con un buen salto.