Vuelve Polina Berezina

Muchas novedades han acontecido en la vida personal y, sobre todo, gimnástica de Polina Berezina tras su última comparecencia oficial sobre un tapiz, el Campeonato del Mundo de 2021. Desde aquel torneo, han transcurrido siete meses, pero la impresión es que ha pasado más tiempo. Porque el proceso ha resultado muy intenso. Durante este intervalo, el principal cambio ha sido el traslado del escenario de su día a día deportivo. Hasta finales del pasado año, la gimnasta FER se entrenaba en Valencia. Con el inicio de 2022, y producto de una serie de decisiones adoptadas por la Federación Española, Polina fijó su nuevo centro de operaciones en el Club Mabel de Benicarló, donde se ejercita bajo la coordinación de la preparadora Blanca López.

El final de una etapa, la transición hacia unas nuevas condiciones vitales y deportivas, el enorme desgaste sufrido en 2021 (año de una gran exigencia, y en el que intentó la clasificación olímpica hasta el último momento) y diversas lesiones representaban una pesada carga. Física y emocional. Polina Berezina, de 24 años, ha necesitado un tiempo para regenerar su cuerpo y su mente. Para cerrar las heridas del pasado y enfrentarse, con plenas garantías, al futuro. En el horizonte, dentro de dos años, su sueño olímpico en París. Como estación intermedia, el Mundial de Valencia de 2023. A corto plazo, a mediados de junio, en Israel, una nueva edición del Campeonato de Europa. Y antes, ya mismo, su reaparición internacional, en dos Copas del Mundo. Este próximo fin de semana, en la que se celebra en Portimao, Portugal. Y del 3 al 5 de junio, en la prevista en Pesaro, Italia.

Para empezar, ¿cómo te encuentras, tanto en lo físico como en lo mental, después de los cambios experimentados en los últimos meses?

He atravesado una de las etapas más complicadas de mi vida y de mi carrera deportiva. Me ha costado gestionar todo lo ocurrido en los últimos meses. Fundamentalmente, a nivel mental. Han sido muchos cambios. Además, bruscos e inesperados. Es una situación dura, pero no me queda otra opción que adaptarme y seguir entrenando a tope para cumplir mis objetivos. Afortunadamente, he podido apoyarme en mi equipo, que tanto me ayuda para crecer como gimnasta.

¿Plenamente adaptada a las instalaciones del Club Mabel de Benicarló, donde continúas con Blanca López?

Sí, estoy totalmente adaptada a las nuevas condiciones y a las instalaciones del Club Mabel. Obviamente, esas condiciones no son las de un Centro de Alto Rendimiento, pero, para mí, y así lo decidí, era prioritario seguir al lado de Blanca López. Ella ha sido una entrenadora muy importante para mí en los últimos años y tenía claro que quería seguir con ella. Las dos estamos muy motivadas y con ganas de luchar por nuevos retos. 

¿Estas ya al 100% para competir al máximo nivel? Dicho de otro modo, ¿cuál es tu estado de forma a tres semanas del Europeo de Israel?

Sí, estoy preparada para competir a nivel internacional. Preparada y, sobre todo, deseosa. Espero hacerlo bien en estas dos Copas del Mundo de Portimao y Pesaro. Llevo meses entrenando muy duro, probando nuevas dificultades y montando los nuevos ejercicios para este ciclo olímpico. Tengo muchas ganas de demostrar lo que hemos trabajado y de ver cómo se me puntúa con el nuevo código. 

 

¿Cómo son los ejercicios de Polina para esta nueva etapa?

Hemos tenido que adaptar los ejercicios al nuevo código. Ha sido un reto muy complicado. Me he enfrentado a un cambio muy profundo. Diríamos que, con 24 años, he tenido que reciclarme casi por completo, y aprender conceptos, dificultades y técnicas desconocidas para mí. Pero lo estoy consiguiendo. La parte artística es totalmente diferente en cada aparato. Son cuatro ejercicios completamente nuevos. Además, hemos seleccionado unos maillots que tengan relación con las músicas de cada montaje. Estoy muy contenta con el resultado. Ojalá pueda plasmarlo en las próximas semanas.

Estamos a poco más de un año para el Mundial de Valencia 2023 y a poco más de dos años para los Juegos de París 2024. ¿Ésta es la mejor vitamina para Polina? ¿Sigues pensando que, ahora sí, en dos años conseguirás tu sueño olímpico?

Mi gran sueño es conseguir la plaza olímpica para París, por supuesto, pero tenemos que ir poco a poco, e ir cumpliendo los objetivos que nos hemos marcado para este curso. El próximo año se disputa el Mundial en Valencia. Esta es, cómo no, una de mis principales motivaciones. Poder competir en casa en un torneo de esta magnitud y trascedencia debe de ser muy emocionante. Y conseguir en casa el billete olímpico… Espero poder vivirlo.