Sobre el agua, ya sea de un río, ya sea de una piscina, dos deportistas del Proyecto FER han conseguido, durante este pasado fin de semana, espectaculares conquistas como integrantes de sus respectivas selecciones españolas. Por una parte, la palista Bárbara Pardo, componente de la embarcación nacional en la prueba K4-500, ha logrado la medalla de plata en el Campeonato de Europa absoluto de piragüismo, en la República checa. Por otra, Samuel García Sales, se colgaba un esplendoroso oro en el Campeonato del Mundo sub-20 de waterpolo, en Croacia. Agua bendita. Nos ocupamos de ambos éxitos.
Bárbara Pardo: el K4-500 femenino va muy en serio
Solidez, fortaleza, consistencia. A mediados de mayo, el renovado cuarteto español en la prueba del K4-500m asombraba con un inesperado triunfo en la Copa del Mundo desarrollada en Hungría. El tiempo ha demostrado que aquel oro no era ni un espejismo, ni un hecho accidental, ni un episodio ficticio. Sólo cuatro semanas después, llegó la convalidación. La palista FER Bárbara Pardo (Antella, 26 años) y sus tres compañeras de embarcación han demostrado que han abierto una etapa de bonanza y prosperidad. El pasado sábado, ascendían al podio del Campeonato de Europa, en la República checa, para recibir la medalla de plata.

Eso parece. Obviamente, conseguir dos éxitos de esta dimensión en sólo un mes no puede ser casualidad. Hemos competido muy bien, aunque la preparación se dirige al Mundial de Italia, en agosto.
Contentísimas. Fue una prueba durísima, tanto por las rivales, como por el fuerte viento en contra al que tuvimos que enfrentarnos. Lo que pasa es que estábamos tan cansadas que no teníamos ni fuerzas para celebrarlo… (risas). Pero muy felices y orgullosas por lo logrado.
Podemos esperar, sobre todo, competitividad. Estamos ofreciendo unas grandísimas prestaciones, un altísimo nivel. Y reitero, aún tenemos margen de mejora. Iremos sin complejos a por otro podio. Estamos con una gran seguridad y confianza.
Samuel García, partícipe de un hito histórico 34 años después
Regreso por todo lo alto. Tras perderse en 2024 el Campeonato de Europa sub-19 por culpa de una lesión, Samuel García Sales (L’Eliana, 18 años) ha vivido el retorno soñado a la selección española. El joven y corpulento deportista valenciano (2 metros de altura y casi 100 kg de peso) ha sido partícipe de un hito histórico: ni más ni menos que, 34 años después, la medalla de oro conseguida por la selección española en el Mundial sub-20 de waterpolo. El combinado nacional firmó un torneo impecable. Cinco partidos, cinco victorias. Y las dos últimas (la semifinal, ante Croacia; la final, ante Estados Unidos), sencillamente apoteósicas.

No se puede explicar con palabras lo vivido en esta última semana y, especialmente, el viernes y el sábado. Experiencia inolvidable y para toda la vida.
La remontada en el último cuarto de la semifinal resultó increíble, es cierto, pero lo que hicimos en la final también fue espectacular. Hemos afrontado todos los partidos a tope, con el cuchillo entre los dientes (también recuerdo el impresionante triunfo en el primer partido ante Serbia). Esa ha sido una de las claves.
Claro que lo pensábamos. En el Europeo de 2024 (me lo perdí por lesión) el equipo logró el bronce. Es decir, sabíamos que estaríamos entre los mejores y con opciones de aspirar a lo máximo. Hemos conseguido ese máximo y la experiencia, repito, es inolvidable.