Claudia Cano y Victoria Rosell se bañan en plata por segundo año consecutivo

El término reincidente suele tener un significado negativo. Conlleva unas connotaciones peyorativas. Pero no siempre. Recientemente, Claudia Cano y Victoria Rosell, dos de las caras nuevas del FER 2023, han sido reincidentes para bien. Por segundo año seguido, han formado parte de la selección española que ha logrado la medalla de plata en el Campeonato de Europa sub-18 de rugby 7. En ambos casos, Praga ha sido el escenario de tales éxitos. Hoy, conocemos mejor a estas reincidentes subcampeonas continentales.

Nació en Madrid, pero a las pocas semanas de vida, ya estaba en Alicante. Claudia Cano, que alcanzará la mayoría de edad en agosto, se introdujo en el rugby relativamente tarde, a los 14 años. Desde un principio, pertenece al Akra Bárbara, “el club de mi vida. En principio, lo compaginaba con el baloncesto, pero, al final, la tradición familiar (mi padre y mi hermano lo practican) fue determinante. Este deporte me fascina, me ha atrapado. Al margen de ser muy completo, tanto en lo mental como en lo físico, establece unos lazos afectivos muy fuertes entre las y los compañeros. Ya sé que es un argumento muy repetido, pero es la auténtica realidad”, comenta Claudia, quien ocupa diversas posiciones en la delantera, pero, principalmente, suele ejercer de talonadora.

A la hora de inclinarse entre el rugby 15 y el rugby 7, Claudia Cano elige la modalidad olímpica. “Es más explosivo, más vistoso. Lo prefiero. Además, en esta predilección, hay un componente personal. El rugby 7 me ha permitido tener experiencias personales muy bonitas. Eso sí, me falta viajar algún día a Australia y a Nueva Zelanda. Primero, porque son destinos muy atractivos. Y, sobre todo, porque son países en los que el rugby es una religión”, señala la deportista alicantina, quien se define con estas palabras: “Soy una jugadora con bastante capacidad de sacrificio, muy luchadora. No obstante, aún soy joven y he de mejorar en diferentes aspectos; por ejemplo, en el juego de pie”, comenta.

Claudia sabe que la incorporación a la selección absoluta exige una gran progresión. “Somos muchas, hay una gran competencia y las plazas son limitadas, pero creo que tengo mis opciones. Éste es, en última instancia, el gran objetivo: formar parte, con regularidad, del combinado absoluto”, comenta la deportista alicantina, recuperada en tiempo récord de la operación que se le practicó en el hombro derecho a mediados de mayo. “Cuando me lesioné, me derrumbé. Pensaba que no llegaría a este Europeo sub-18. Felizmente, he llegado a tiempo”, señala Cano quien, a la hora de elegir a un ídolo, a un referente, se queda con el apertura francés Romain Ntamack, “por su facilidad a la hora de entender el juego y por su capacidad para marcar el ritmo de los partidos. Pese a su juventud, su saber estar resulta asombroso”.

Por su parte, Victoria Rosell Martínez iba encaminada hacia la natación sincronizada. No obstante, la influencia familiar resultó clave. “Mi padre había jugado al rugby. Consiguió que mis dos hermanos mayores empezaran a practicarlo. A mí, la verdad, no me atraía nada. Tantas veces me insistieron que me decidí a probarlo. Y lo que son las cosas. Ya son 9 años con el rugby y, la verdad, no puedo estar más agradecida a la perseverancia de mi padre y más satisfecha de la decisión tomada. Sobre todo, por los valores que transmite. Lo que más me gusta es el trabajo en equipo, la solidaridad entre todos los componentes de un equipo” comenta Victoria (Alboraya, Valencia, 18 años).

Preguntada sobre si se considera más defensiva u ofensiva, la nueva componente del Proyecto FER no sabe definirse con rotundidad: “No me resulta fácil. Uno de mis puntos fuertes es placar; es decir, defender, pero, al mismo tiempo, creo que sé atacar con rigor, equilibrio y coherencia. Pero, sobre todo, me siento bien cuando soy útil al colectivo, sea con lo que sea. Mis entrenadores me comentan que sé leer los partidos y las jugadas, pero me insisten en que he de mejorar bastante mi condición física. Es decir, he de hacer mucho trabajo de gimnasio”, señala Victoria, integrante de Les Abelles desde el primer momento.

Amante de la lectura, del teatro y de la playa para desconectar y evadirse, Victoria es una apasionada de los deportes. “Si puedo, practico el tenis, el pádel o la natación. En cuanto a espejos en los que reflejarme, tengo dos grandes referentes. Ambas son jugadoras de rugby. Son Kiara Expósito y Claudia Peña. Les admiro por muchos motivos, tanto dentro como fuera del campo”, comenta la joven deportista valenciana. Por último, Victoria tiene un deseo. “Si alguna vez soy olímpica, me gustaría que mi familia estuviera presente en el escenario de esos Juegos y pudiera compartir con ellos esa inmensa alegría”. De momento, ambas son subcampeonas de Europa sub-18 por dos veces. En este caso, bendita reincidencia. El mejor ensayo.