Daniel Ros vuelve a sonreír; Sonia Pereira vuelve a soñar

Bien por haber resurgido, bien por afrontar, en breve, un evento de postín, dos componentes del Proyecto FER son noticia en las últimas y próximas jornadas. Por su renacimiento, el taekwondista Daniel Ros. Por adentrarse en una semana trascendental, la karateca Sonia Pereira. Para empezar, Ros (Catral, 08/11/1993) sonríe de nuevo El deportista alicantino recupera motivos para el optimismo. Tras un calvario de más de un año, Ros ha vuelto a empezar. Ha renacido. El taekwondista FER ha vivido la peor de las experiencias que puede sufrir un deportista: un largo periodo de inactividad a causa de las lesiones. A finales de 2018, era un firme candidato a los Juegos Olímpicos de Tokio, pero la desventura se cruzó en su camino y abortó todas sus aspiraciones. Víctima de una lesión en el dedo de la mano derecha, el alicantino se vio obligado a pasar dos veces por el quirófano y apenas pudo competir durante el curso anterior. Este pasado fin de semana, Ros reapareció en el Campeonato de España absoluto en Cantabria. Un feliz reencuentro con el tapiz. Medalla de oro. Campeón de España. Ilusiones renovadas.

“Necesitaba una alegría como la del pasado fin de semana. Ha sido un proceso complicado y difícil de gestionar. Todavía hay días en los que me pregunto qué hubiera pasado si no me llego a lesionar del dedo a finales del 2018. Porque, en ese momento, era un firme aspirante a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Pero las lesiones y los infortunios no los puedes ni controlar ni evitar. Felizmente, ya ha pasado lo peor. Quiero centrarme en el presente y en el futuro”, comenta Daniel Ros.

El presente más rabioso pasa por una doble cita en Suecia durante este mes de febrero. Por una parte, la Copa Presidente de Europa, competición en la que fue oro en Alemania 2016 y plata en Grecia 2017. Por otra, pocos días después, un Open categoría G1 en este mismo país nórdico. Después, en marzo, llegarán otros eventos, como los Open de Bélgica y el de España. “No obstante, mi gran objetivo del año no es otro que el Campeonato de Europa, previsto en Croacia a mitad de mayo. En ese certamen, quiero demostrar que puedo seguir compitiendo al máximo nivel y contra los mejores del continente”, señala el deportista alicantino, que ya se proclamó subcampeón de Europa en Kazán, en 2018.

Sobre sus planes de cara al medio y largo plazo, Daniel Ros se expresa en los siguientes términos. “Todavía soy joven. Tengo 26 años recién cumplidos. No haré los 27 hasta finales de 2020. Lo que pueda pasar en los próximos meses y años es imprevisible, pero mi intención es cubrir el ciclo olímpico que concluirá en París. En la actualidad, me siento con ganas y fuerza. Y, por supuesto, tras la mala suerte de esta pasada temporada quiero disponer de una nueva oportunidad de cumplir mi gran sueño: ser olímpico”, afirma Ros.

Por su parte, la karateca Sonia Pereira vela armas para la que, sin duda, es su gran cita del presente curso: el Campeonato de Europa sub-23 en Hungría. A sus 18 años, la deportista de Ribarroja del Turia afronta este evento por primera vez. En su contra, ser una de las competidoras más jóvenes y enfrentarse a rivales con más edad y experiencia. A su favor, su desbordante ilusión y su incesante crecimiento, reflejado en diversos hitos durante 2019 (medalla de oro en la Liga Mundial junior de México, medalla de oro en el Nacional sub-21, o quinta plaza en el Campeonato del Mundo junior) y confirmado el pasado 18 de enero, día en que obtuvo el título de campeona de España absoluta en Leganés. Por cierto, hacía 25 años que un deportista de la Comunitat Valenciana no alcanzaba el oro en un Nacional absoluto.

Sonia afronta este Europeo sub-21 con “la motivación del debutante, con la confianza de los últimos resultados, todos ellos brillantes y positivos, pero siendo consciente de que va a enfrentarse a rivales de gran categoría, y que ya han disputado Campeonatos de Europa y del Mundo absolutos. Mis últimos meses han sido buenísimos. Desde luego, conseguir subir al podio en mi primer Europeo sub-21 sería lo máximo y una rúbrica perfecta a mi evolución”, concluye Sonia.