Daniel Ros y Marcos Ruiz vuelven a sus respectivos puntos de salida

Para todos los deportistas, sin excepción, el paso de la pandemia del covid-19 ha supuesto un paréntesis. Una pausa, de entre dos y tres meses, que ha alterado la normalidad, la rutina, los entrenamientos. No obstante, en algunos casos, la irrupción del coronavirus ha representado mucho más que un inciso. Ha conllevado un punto de inflexión, un antes y un después. De hecho, para dos deportistas del Proyecto FER, el taekwondista Daniel Ros y el atleta Marcos Ruiz, la conclusión de la pandemia no es sinónimo de retomar o de reanudar. Más bien, de volver a empezar, de comenzar casi de cero.

Para Daniel Ros (26 años, Catral, Alicante), el actual escenario no es desconocido. En 2018, era un firme candidato a los Juegos de Tokio. El sueño olímpico, sin embargo, quedó truncado a causa de una lesión en su mano derecha, desventura que le obligó a pasar dos veces por el quirófano y que le impidió competir hasta finales del pasado año.

Tras la lesión de finales de 2018 y el parón por el covid-19, vuelvo a empezar de cero

“En el último tramo de 2019, después de nueve meses alejado de los tapices, participé en tres eventos (el Grand Prix de Tokio, el Grand Prix de Bulgaria y el Europeo de pesos olímpicos en Italia), pero sin grandes aspiraciones. Más bien, para recuperar sensaciones. En realidad, me había planteado mi vuelta efectiva y plena para el inicio de 2020. Arranqué este nuevo periodo con altibajos. Me proclamé campeón de España, pero no se me dio nada bien el paso por el doble torneo celebrado en Suecia. Y, cuando empezaba a sentirme mejor y a tener buenas vibraciones, llegó el apagó por el coronavirus. Por tanto, sí se puede decir que, de nuevo, vuelvo a empezar de cero” afirma Daniel Ros.

El taekwondista FER optó por quedarse en Madrid durante el periodo de confimamiento. “Cuando tuvimos que abandonar el CAR a principios de marzo, decidí seguir en Madrid y alojarme en el domicilio de un amigo por diversos motivos. Pensaba que esta situación no se alargaría más de tres o cuatro semanas. Además, en ese momento, la situación en la capital de España ya era muy complicada. Por tanto, por responsabilidad, preferí no reencontrarme con la familia sin saber con certeza cuál era mi estado de salud”, rememora Ros. El deportista FER no regresó a su Catral natal hasta mediados de mayo. La razón, un asunto personal. Por fin, tres meses después, Ros se reencontró con los tapices de CAR a mediados de junio. «A pesar de que habían transcurrido casi 100 días, no he perdido mucho en lo físico. Y lo poco que he perdido, lo estoy recuperando rápidamente. El problema es que no podemos hacer combates. Y que no sabemos cuándo podremos retomar la esencia de nuestro deporte” señala Ros.

Ya he superado la decepción de quedarme fuera de los Juegos de Tokio. Ya me ilusiono con París 2024.

Pese a todo lo ocurido, pese a las restricciones del presente y pese a las dudas que envuelven el futuro, Daniel Ros tiene clara su intención de cubrir el nuevo ciclo olímpico, el que confluirá en París 2024. “Todavía tengo 26 años. Ya he superado la decepción de quedarme fuera de Tokio. No fue fácil, porque a finales de 2018, cuando sufrí la lesión en la mano derecha, me veía con muchas posibilidades de lograr el pasaporte. Pero repito, esto ya es historia. Ahora, sólo deseo que la situación se normalice y que las circunstancias sanitarias nos permitan volver a competir. A partir de ahí, a por todas. Con la máxima de las ambiciones y motivaciones. Y por supuesto, ya me ilusiono con París 2024”, comenta Ros.

También Marcos Ruiz se encuentra en una especie de rampa de lanzamiento. El atleta valenciano, especializado en triple salto, está dispuesto a despegar otra vez. Ruiz decició dar un golpe de timón a su trayectoria deportiva a finales del pasado año. Abandonó la Comunitat Valenciana y se trasladó a Barcelona, donde se puso a las órdenes de un histórico del atletismo español, Antonio Corgos. “Necesitaba nuevas ilusiones, nuevos estímulos, un revulsivo. El tiempo dirá si la decisión es acertada o no. Yo creo que lo será”, apunta Marcos Ruiz, de 25 años.

La pandemia del covid-19 frenó en seco el inicio de esta nueva etapa. «A principios de marzo, me vi obligado a volver a casa. De momento, no voy a regresar a Barcelona de inmediato. Voy a alternar periodos en la Comunitat, entre Valencia y Castellón, con estancias en Barcelona. Mi intención es disputar el Campeonato de España a mediados de septiembre, pero sin obsesiones ni prisas. Prefiero llegar en buenas condiciones a la temporada de pista cubierta del próximo curso”, apunta Ruiz.

Si en 2021 consigo cinco saltos que ronden los 16,75m, creo que me puedo convertir en uno de los 32 atletas olímpicos en Tokio

El triplista valenciano, cuya mejor marca es 16,81m, registro logrado en Valencia en 2018, no considera utópica su presencia en los Juegos de Tokio del próximo verano. “Desde luego, la mínima de 17,14m es durísima, aunque no la veo inalcanzable. Mi optimismo se basa en la vía del ranking internacional. Si en 2021 consigo cinco saltos que ronden o superen los 16,75m, objetivo muy a mi alcance, creo que me puedo convertir en uno de los 32 atletas que disputen el triple alto olímpico en Tokio”.