De Valencia a Rio de Janeiro, el sueño olímpico de Lola Riera

Es imposible imaginar la vida de Lola Riera sin un stick en sus manos. Lo sujeta desde bien pequeña. Con tan sólo cuatro años, esta valenciana nacida en 1991 empezó a jugar a hockey hierba, más que un deporte o una afición, es una auténtica pasión para la deportista FER. Lola Riera es el ejemplo de madurez precoz. En lo personal y en lo deportivo. Nada más cumplir los 16 años, dio el paso de trasladarse al CAR de Madrid. Separarse de su familia tan pronto «fue muy difícil, pero sabía que si quería progresar y mejorar, tenía que venir a Madrid (reside en el CAR de la capital de España)».

Lola cumple este año su séptima temporada en el SPV Complutense, club con el que ganó la Copa de la Reina de 2012. La valenciana no sólo es pieza básica de su conjunto; es, además, una de las mejores jugadoras del hockey femenino español de la actualidad. Así lo reflejan las más de 50 internacionalidades con la selección absoluta. De momento, el mejor resultado con el combinado nacional ha sido una cuarta plaza en un Campeonato de Europa. Pero Lola tiene un sueño: disputar los Juegos de Rio 2016.

Y para volar a Rio, antes hay que hacer escala en Valencia. Porque el preolímpico de hockey hierba es en la capital de la Comunitat Valenciana. Será en junio, en la pista azul de las instalaciones Virgen del Carmen Beteró de Valencia, que tan bien conoce Lola: «es nuestro momento. Jugar un Preolímpico en casa supone una oportunidad que no podemos desaprovechar. Confío en que no nos pese la presión y consigamos uno de los 5 billetes para estar en los Juegos», comenta la deportista FER.

Estudiante de Medicina, Lola Riera acababa casi de nacer cuando el hockey femenino español dio el gran golpe con aquel memorable oro en los Juegos de Barcelona 92. «A veces he coincidido con alguna de las históricas campeonas y me han mostrado su medalla. Impresiona tenerla en las manos», comenta Lola Riera. Ya en Valencia para pasar las navidades, nuestra deportista FER sueña con tener una medalla olímpica no en las manos, sino colgada al cuello. Y que sea propia. Valencia, el próximo mes de junio, es el punto de partida.