María Añó: “No siento presión, pero sí orgullo y responsabilidad”

Hasta hace pocos días, era oficioso. Ahora, ya es oficial. María Año (24/09/2002, Benicarló) ya personifica el presente y, sobre todo, el futuro de la gimnasia rítmica individual en España. Se intuía, se barruntaba, se vislumbrada, pero ya no hay dudas. El reciente Campeonato de Europa absoluto celebrado en Bakú ha confirmado todos los indicios y ha encumbrado a la deportista FER. Ni su juventud (todavía 16 años), ni la lesión muscular sufrida un mes antes del certamen, ni su inexperiencia, ni el hipotético miedo escénico por el estreno ante un evento de esta dimensión, ni un titubeante inicio… Nada impidió la definitiva eclosión de María Añó, quien acumuló dos grandes hitos en Bakú. Por una parte, acarició la presencia en dos finales por aparatos. Por otra, contribuyó a que España se haya asegurado una plaza para el Europeo del próximo año. En el tapiz, la gimnasta formada en el Club Mabel de Benicarló es sentimiento, es pasión, es fuerza. Fuera del tapiz, es madurez, templanza, personalidad. Una combinación que, unida a su gran capacidad de trabajo, a su talento innato y a un enorme amor por su deporte, desvelan a una deportista que puede marcar una época en la rítmica nacional. Futura estudiante de Administración y Dirección de Empresas, éstas son sus reflexiones

¿Qué nota te pones, cómo evalúas tu primer Campeonato de Europa absoluto?

Me pongo un 8,5. Estoy contenta, la verdad. Para ser mi primer Europeo absoluto, no me puedo quejar. De los 4 aparatos, en tres acabé bastante contenta. Sólo cometí errores fuertes con la pelota, mi primer ejercicio. Pero controlé la frustración que sentía en ese momento, gestioné bien los nervios y la ansiedad de debutar en un evento tan grande, y luego todo fue mucho mejor. Repito, satisfecha.

Estuviste cerca de meterte en dos finales por aparatos; sobre todo, en el ejercicio de mazas. ¿Cómo lo viviste personalmente?

La verdad es que casi ni me lo creía. Pasar a una final de un Europeo absoluto es muy difícil. Si, además, es tu primera participación en un evento de este nivel, aún es, si cabe, más complicado. Sentí una gran emoción; sobre todo, al comprobar que todo el trabajo realizado tuvo su recompensa.

MARÍA AÑÓ
Con tan sólo 16 años, ya eres considerada como la gran esperanza de la rítmica individual en España. ¿Presión, orgullo, responsabilidad…?

Presión, no. Orgullo y responsabilidad, sí. Orgullo por ver que voy creciendo, que voy mejorando, que voy progresando con el paso de los meses. Y luego, representar a tu país en las grandes citas es una gran responsabilidad. Pero bendita responsabilidad.

Dentro de un mes, es el Campeonato de España absoluto en Mallorca. Un evento que, contigo, con Polina Berezina, con Noa Ros, se presenta apasionante…

Desde luego. Será muy interesante. Las tres somos compañeras en el Colonial Sport, las tres somos componentes del Proyecto FER, entre nosotras nos llevamos bien… pero las tres queremos ganar y conseguir la medalla de oro en el Campeonato de España categoría honor.

Pasar a una final de un Europeo absoluto es muy difícil. Ni me lo creía cuando vi que me quedé tan cerca

¿Hasta dónde puedes llegar? Tú que te conoces mejor que nadie, ¿cuál es tu límite, consideras que aún tienes mucho margen de mejora?

Por supuesto que todavía puedo mejorar. En este deporte de la rítmica tan complicado, tan exigente y en el que cada detalle cuenta, siempre se puede mejorar. Puedo progresar en aspectos técnicos, en el apartado físico, en la expresividad sobre el tapiz, en el aspecto psicológico… Además, me considero ambiciosa y trabajadora, y creo que lo puedo conseguir.