Y de repente, Eusebio Cáceres. O más bien, de nuevo, Eusebio. Cuando la temporada del atletismo está todavía en sus inicios; cuando el deporte rey todavía se está desperezando después del letargo invernal, el ‘saltamontes’ de Onil irrumpió con la fuerza reservada sólo a ciertos elegidos y fue capaz de hacerse un hueco informativo entre las ligas de fútbol y baloncesto, la resolución del Mundial de balonmano o los primeros entrenamientos de la Fórmula 1. Su imponente salto de 8,16m en el Meeting de Karlsruhe no sólo le sitúa en la cúspide de la longitud en lo que llevamos de 2015, sino que además transmite un mensaje y un recordatorio de sus infinitas posibilidades. Y todo ello en un año con doble cita: Europeo en pista cubierta (en marzo, en Praga) y Mundial al aire libre (en agosto, en Pekín). El deportista FER ‘amenaza’ con consagrarse como uno de los grandes del atletismo y del deporte español. Y siempre con su inseparable sonrisa y su envidiable naturalidad.
¿Esperabas este gran salto y esta gran marca tan pronto?
Si soy sincero, no. Reconozco que soy el primer sorprendido. Después de dos años en los que no me he librado del todo de las lesiones, ahora me encuentro bien, tengo buenas sensaciones, estoy entrenando a gusto. Acudía a Alemania expectante, mi rendimiento era una incógnita, quería probarme y no me había fijado grandes objetivos, pero me salió un último salto magnífico. Así que, repito, soy el primer sorprendido.
El transcurso del concurso fue irregular, pero en el último salto llegó la explosión. ¿Te podemos empezar a considerar como un atleta de últimos intentos?
No. Desde el principio, me encontré cómodo. Es cierto que encadené diversos nulos, pero por muy poco y, además, eran buenos saltos. Habitualmente se me han dado bien los últimos intentos, pero ni creo que me merezca esa consideración ni, por supuesto, es ninguna estrategia. Cuanto antes lleguen los buenos saltos, mejor. Te da confianza y te quita presión.
Con esta marca de 8,16m, es inevitable que todo el mundo del atletismo, e incluso todo el deporte español, se fije en ti como la gran esperanza…
Lo entiendo y lo asumo, pero no soy el único exponente del atletismo español aspirante a grandes logros. Está el marchador Miguel Ángel López, tenemos el lanzador de peso Borja Vivas, está el mediofondista de 800 Kevin López, no podemos olvidar a la eterna Ruth Beitia… Asumo con naturalidad que la gente espere mucho de mí en grandes citas; más que presionarme, me enorgullece. Pero no soy el único que puede dar grandes alegrías.
La relación es casi automática: si Eusebio llega tan pronto hasta los 8,16 y consigue la mejor marca de 2015, en el Europeo de pista cubierta en Praga debe de caer una medalla segura. Todo el mundo lo piensa.
Y yo también. Lo pienso y lo deseo (risas). Pero paso a paso. De momento, todavía queda un mes para ese Campeonato de Europa, y sólo aspiro a prepararme bien y a estar sano. Si me encuentro bien, y libre de molestias y enfermedades, claro que lo puedo conseguir. Pero no voy a presionarme a un mes vista. Todo a su tiempo.
Desde luego, querrás sacudirte esa frustración de quedarte a un suspiro del podio tanto en el Mundial de Moscú en 2013 como en el Europeo de Zúrich en 2014.
¡Claro que sí! Ha llegado la hora de subir un peldaño, de alcanzar el podio y los metales. Ya tengo dos medallas de chocolate y no quiero más.
¿Te ves capacitado para superar las marcas del gran y tristemente desaparecido Yago Lamela?
Nada es imposible, pero es muy difícil. Sus 8,56m son palabras mayores y exigen saltar mucho. El tiempo lo dirá. Para mí, que me comparen con el histórico Yago ya es un honor.
¿Cuáles son tus siguientes citas antes del Campeonato de Europa de Praga del primer fin de semana de marzo?
El sábado día 7 salto en Gante, Bélgica. El 19 acudo a un Meeting que se celebra en Estocolmo. El fin de semana del 21 y 22 compito en el Campeonato de España en Antequera, Málaga, y ya el fin de semana del 6,7 y 8 de marzo llegará el Europeo de Praga.
Por último, ¿cómo te sientes al ser unos de los principales embajadores del Proyecto FER?
Muy orgulloso. El FER es un grandísimo proyecto que ayuda muchísimo a que los deportistas valencianos crezcamos y progresemos para alcanzar nuestras metas y cumplir nuestros sueños. Y eso es de una valía impagable. Y si además, puedo contribuir a difundir el proyecto FER y a servir de reclamo para que muchos jóvenes se enganchen al atletismo o al deporte, y en un futuro puedan subirse también a esta iniciativa, todavía mejor.