A partir de ese momento, empezó una caída por diversos motivos. “El cambio de entrenador, una pérdida de confianza, una inoportuna lesión en el hombro… Todo ello me minó, me afectó. Afortunadamente, ya en la segunda mitad de 2019 había recuperado sensaciones y seguridad. En gran medida, esa mejoría se debió a la aparición de mi nueva entrenadora, Sonal Ramendra, una preparadora de origen hindú, que, por lo menos, para mí, ha sido todo un descubrimiento”, comenta Gloria, dispuesta desde ya, y con su centro de operaciones en la Comunitat Valenciana, a recuperar todo lo que apuntaba, que era mucho.