Irene de Tomás: cuento de Navidad

Aunque suene a tópico, el deporte valenciano ha ofrecido, durante este fin de semana, un cuento de Navidad. Con todos sus ingredientes: ilusión, alegría, emoción, final feliz y magia, mucha magia. Su protagonista es Irene de Tomás Perelló (Valencia, 18 años), cuya historia es, en efecto, propia de estas fechas. Hace apenas dos meses, la joven deportista valenciana se vio obligada a abandonar el Campeonato de Europa sub-21 de vela clase ILCA 6. No sólo tuvo que retirarse; además, pasó dos días en un hospital de Croacia, sede de la regata. La razón, una fuerte neumonía. Dos meses exactos después, Irene ha conquistado la medalla de oro en el Campeonato del Mundo juvenil ISAF, en Portugal. Y pensar que la deportista FER estuvo a punto de renunciar a la disputa de este evento porque no estaba plenamente recuperada…

El Mundial juvenil ISAF de vela es una competición del máximo nivel internacional para regatistas que no pueden superar los 18 años. El torneo reúne a diversas clases. Ahora bien, a diferencia de los Mundiales Open, no es tan multitudinario. Es bastante más selectivo, más reducido. En cada clase, sólo puede competir un regatista por cada país. En la modalidad de Irene de Tomás, la ILCA 6, por ejemplo, hubo 50 competidoras. Y la valenciana fue la mejor de todas ellas. Además, exhibió una admirable regularidad, tanto en las mangas con fuerte viento, como en las sesiones más plácidas. Desde la primera jornada, el lunes 15, se situó entre las tres primeras posiciones. El cuarto día, el jueves 18, ya asumió el liderato. Y no lo soltó hasta la conclusión de la regata, en la tarde del viernes 19. Es, sin duda, el mayor éxito de su joven y, al tiempo, prometedora trayectoria. Por cierto, han transcurrido 11 años desde la última victoria de una española de este Mundial juvenil ISAF. En 2014, la ganadora fue Martina Reino.

Con este triunfo, Irene de Tomás rubrica, con honores, con brillantez, una temporada que, al margen de la neumonía, no había ofrecido los resultados previstos. Sobre todo, en el Campeonato del Mundo sub-21, celebrado en Irlanda a finales de agosto. Y con este éxito, la Comunitat Valenciana ratifica su hegemonía en la modalidad ILCA 6. Irene se une a las, entre otras, Claudia Adán, Lara Sabina Himmes o Adriana Beatriz Castro. Aunque todas son muy jóvenes, la lógica dice que, en el caso de que España logre plaza olímpica de ILCA 6 en los Juegos de Los Ángeles, ese preciado pasaporte debería de ser para una regatista valenciana. Ahora, falta lo más complicado: convertir la expectativa en un hecho real, en una conquista concreta.

Enhorabuena, Irene. Y pensar que hace sólo dos meses estabas ingresada por neumonía en un hospital de Croacia…

Desde luego. Echo la vista atrás y me cuesta creerlo. A mediados de octubre, estaba ingresada en un hospital de Croacia por neumonía. Y hasta pocos días antes, tenía serias dudas de afrontar este Mundial. Llegué a Portugal con ilusión, pero también, con prudencia. Poder competir ya era un éxito. No podía imaginar que ofrecería este rendimiento. Realmente, este resultado tiene mucho valor por lo ocurrido en los meses y semanas previas.

¿Este título mundial es una especie de mensaje de este tipo: “Soy Irene de Tomás, el año no había ido del todo bien, pero yo también soy buena y puedo optar a todo en la clase ILCA 6”?

Este triunfo transmite un mensaje muy claro: tanto en la vida como en el deporte, el trabajo constante y en silencio siempre acaba dando sus frutos, Ha sido una temporada con momentos complicados, pero nunca dejé de confiar en mí. Este Mundial demuestra que merece la pena seguir adelante, incluso cuando las cosas se tuercen y el camino se complica. Siempre hay que mantener la perseverancia y la humildad. Más allá de esta lección, claro que sueño en grande. Pero si ha he llegar, todo llegará. Sin prisa, sin obsesiones.

¿Cuál ha sido la clave para que te hayas proclamado campeona del mundo?

Mantener la calma en todo momento. Fue un campeonato duro y exigente, con condiciones muy diversas. En ese escenario, es vital no descentrarte, ser mentalmente estable. Aunque, lógicamente, sabía que estaba en las primeras plazas, no perdía energía en mirar la clasificación. Me centré en el día a día, en adaptarme a las condiciones de cada jornada, y en desplegar todo mi bagaje.

Por último. De cara a 2026, ¿cuáles son tus planes y objetivos?

Lograr ser top-10 tanto en el  Mundial como en el Europeo sub-21 de ILCA 6, y disputar, por primera vez en mi carrera, el Campeonato de Europa absoluto.