Foto: @javiercubillass en Instagram
Por razones ajenas a su voluntad, Javier Cubillas (Vall d’Uixó, Castellón, 18 años) ha tardado en manifestarse, en pronunciarse, en situarse en el escaparate. Pero, en cuanto ha podido, lo ha hecho a lo grande, con fuerza, con fulgor, sin medias tintas. Para su desgracia, ha encadenado desventuras de todo tipo durante gran parte de la temporada. Indisposiciones médicas, caídas, averías mecánicas… El curso parecía gafado. Sin embargo, todo cambió, para bien, en el momento preciso, en el instante adecuado. Pese a no acreditar resultados especialmente relevantes en 2025, Javier Cubillas fue uno de los componentes del combinado español confeccionado para disputar el Campeonato del Mundo junior, en Ruanda, y el Campeonato de Europa, en Francia. El deportista FER recibió la confianza del seleccionador nacional. Y Javier respondió con creces.
Para Javier Cubillas, sus pasos por ambas competiciones internacionales han significado una suerte de presentación en sociedad. De reivindicación. Una especie de ’aquí estoy yo’. 15º, en el Mundial de Ruanda. 9º, en el Europeo de Francia. En ambos casos, se convirtió en el mejor español. En ambos casos, el castellonense fue protagonista en todo momento. Pletórico de fuerzas, se mostró valiente. Estuvo permanentemente en las primeras posiciones. Formó parte de los cortes buenos, llegó a soñar con todo… En suma, Cubillas se une a Héctor Álvarez y a Pau Martí. Con ellos, el ciclismo valenciano en ruta, inmerso en una prolongada travesía por el desierto, tiene motivos más que sobrados para el optimismo.
El ciclista de la Vall d’Uixó se define principalmente “como un escalador, aunque me defiendo bien en casi todos los terrenos. Sin duda, la especialidad en la que más he de mejorar es en las contrarreloj individuales llanas. Si tuviera que elegir un ciclista con el que me identifico y con el que, salvando las distancias, creo que tengo ciertas similitudes, escogería a Carlos Rodríguez”, señala Javier Cubillas, con el que hacemos repaso a la temporada y, sobre todo, hablamos del futuro.
Sí. Gracias a estas dos pruebas, se me conoce más. Hacerlo bien en carreras más mediáticas te da más proyección, claro.
Ha sido, en efecto, un punto de inflexión, pero no una sorpresa. Yo sabía de lo que era capaz. Sólo tenían que acompañarme la salud y la suerte. Preparé muy bien la parte final de la temporada y aquí están los resultados.
Sí. El ciclismo valenciano tiene muy buen futuro, tanto en ruta como en pista. Es muy gratificante formar parte de esta nueva generación y liderar la recuperación de nuestro ciclismo.
Como bien has dicho, aún soy joven y he de definir mi perfil, mis características. Dicho esto, creo que me puedo adaptar tanto a las carreras de un día como a pruebas formadas por diversas etapas.
Prefiero no marcarme ningún objetivo. Al ser una categoría nueva y distinta, prefiero esperar un tiempo a ver mi respuesta y adaptación. Sé que el primer año como sub-23 es muy complejo y difícil, pero no me faltan ni la ilusión ni la energía. Además, cambio de equipo y me incorporo al equipo filial del Movistar. Esta nueva etapa también supone un plus de motivación.