Kim López y Héctor Catalá: apuestas seguras

Apuestas seguras. Garantías de éxito. Sinónimos de solvencia. Cualquiera de estas expresiones es perfectamente aplicable a Kim López y Héctor Catalá, dos de los deportistas adaptados más laureados en todo el territorio nacional. Para ambos componentes del Proyecto FER, el podio es su hábitat natural. Ya sea en Campeonatos del Mundo, ya sea en Campeonatos de Europa, ya sea en Juegos Paralímpicos, Kim, atleta especializado en lanzamientos, y Héctor, paratriatleta, se muestran casi infalibles a su cita con las medallas. Así lo acreditan desde hace muchos años. Y así lo han ratificado durante este curso, inmerso ya en su recta final.

Para Kim López (Silla, cumplirá 32 años en enero), 2021 ha sido la temporada de su eclosión. El atleta de Silla se encuentra instalado y consolidado en la élite internacional desde hace prácticamente una década. Alcanzó la cumbre con la medalla de oro en los Juegos Paralímpicos de Río 2016. Sin embargo, en los grandes eventos de 2018 y 2019, no quedó plenamente satisfecho con sus resultados: dos medallas de plata, en peso y disco F12, en el Europeo de Berlín en 2018, y plata en lanzamiento de peso F12 en el Mundial de Dubái en 2019. “Es cierto que, en esos dos torneos, no alcancé mi plenitud. Sobre todo, porque me pasó lo que casi nunca me había ocurrido: nerviosismo, incomodidad, resbalones en el círculo de lanzamiento… También es cierto que, desde abril de 2018, arrastraba una grave lesión de rodilla, percance que me condicionó en lo físico, y me alteró y descentró en lo emocional”, recuerda Kim.

Más tarde, llegó la pandemia, una etapa que, para Kim López, representó una catarsis. “A mí, todas las dificultades derivadas de la crisis sanitaria me hicieron más fuerte, más maduro”, comenta el deportista FER. Prueba de ello es su espectacular irrupción en 2021, curso en el que Kim ha alcanzado el nivel más exuberante de toda su carrera deportiva. No sólo se colgó el oro en el Campeonato de Europa y en los Juegos Olímpicos; además, en ambos casos, estableció sendos récords del mundo en lanzamiento de peso F12. El último, en Tokio, lo fijó en 17,04m. En plena madurez, el atleta adaptado de Silla quiere más. No se conforma con la desbordante colección de trofeos que acumula. De hecho, nada más proclamarse campeón en la capital nipona, expresó su siguiente objetivo: “lanzar por encima o, cuanto menos, acercarme a los 18 metros. Ya sé que son palabras mayores y que puede excesivo, pero creo que estoy perfectamente capacitado para lograrlo. Y por supuesto, conseguir la medalla de oro en el próximo Campeonato del Mundo”, previsto en Japón a finales de agosto de 2022”.

Tan asiduo a los podios como Kim López, lo es Héctor Catalá (Serra, 33 años), el deportista metódico, riguroso, profesional, disciplinado. Casi, hasta límites obsesivos. No en vano, cuando vuelve de un viaje largo y se enfrenta a una escala prolongada en cualquier aeropuerto internacional, el componente del Proyecto FER no espera pacientemente en la terminal del aeródromo el paso de las horas hasta la salida del siguiente vuelo. No. Prefiere buscar alguna piscina más o menos cercana para, si puede, realizar un entrenamiento, aunque sea ligero y testimonial. Así, con esta disciplina, con esta actitud tan cartesiana, es como el paratriatleta valenciano (clase PTV1, discapacidad visual) ha ido tejiendo un camino repleto de éxitos. En 2019, logró un pleno de podios (tres oros y dos platas) en los cinco grandes eventos internacionales que disputó. En 2021, ha firmado una histórica triple corona: plata en los Juegos de Tokio, bronce en el Campeonato de Europa, plata en el Campeonato del Mundo.

A sus 33 años, no pierde ni un minuto en pensar en el momento de su retirada. “El punto final lo marcará mi cuerpo. De momento, ni se me pasa por la cabeza. Ya pienso en los Juegos de París 2024, pero también en los de 2028 y en los de 2032. Como dice mi admirado Javier Gómez Noya, nunca te cansas de ganar; si acaso, de perder. Yo, en la actualidad, continúo con ganas de seguir compitiendo. Conservo intactas las ganas y la ambición. Y me sigue apasionando mi día a día, mis entrenamientos, llevar mi cuerpo al límite, superarme cada día. Después, todo lo compensa el momento de recibir una medalla en el podio de un gran evento internacional. A por ello vamos, de nuevo, en 2022. Mi gran objetivo es ser campeón del mundo”, comenta Catalá. El deportista incansable.