Pablo Torrijos y Eusebio Cáceres. Eusebio Cáceres y Pablo Torrijos. Desde hace unos 8 años, los saltos horizontales en España están claramente dominados por estos dos grandísimos atletas. Eusebio (Onil, 29 años) manda en la longitud. Pablo (Castelló de la Plana, 28 años) ejerce una clara hegemonía en el triple salto. Ambos se encuentran ya en Japón. Están preparados para, en pocos días, competir en los Juegos de Tokio. Los segundos para los dos deportistas del Proyecto FER. Cáceres ya estuvo en los de Londres 2012. Torrijos, en los de Río 2016. Ni el uno ni el otro superaron la calificación. Es decir, no accedieron a sus respectivas finales. Ahora, años después, disponen de la oportunidad de restañar aquellas heridas y de incorporar a sus ricas biografías uno de los hitos más preciados a los que aspira cualquier atleta.
De los dos, el primero en entrar en acción será Eusebio Cáceres. El atleta alicantino disputará la calificación el sábado 31 de julio a las 12 del mediodía hora española. Si alcanza la final, competirá a las 3 de la madrugada del lunes 2 de agosto. Hace 9 años, en Londres, el atleta de Onil llegó hasta los 7,92m y no puso clasificarse para la gran final de salto de longitud. “Desde que en 2012 me llevé esa decepción, soñaba con disponer de una nueva oportunidad olímpica. Ya la tengo. De momento, soy uno de los 32 elegidos que están aquí en Tokio. Pero quiero más, por supuesto. Deseo convertirme en uno de los 12 finalistas. Sé que, para ello, deberé acercarme mucho o, incluso, superar los 8 metros. Pero me veo perfectamente capacitado”, explica el saltador alicantino.
Eusebio Cáceres conquistó el billete olímpico por la vía del ranking mundial, por la vía de la regularidad. Su presencia en la capital nipona se cimentó, principalmente, en la séptima plaza, con una marca de 8,01m, alcanzada en el Campeonato del Mundo de 2019 en Doha. Tras apenas competir el pasado año, durante este curso ha superado los 8 metros en dos ocasiones. Las dos, al aire libre: 8,04 en la reunión de la Diamond League disputada en Gateshead, Inglaterra; y 8,03m en el Campeonato de España, evento celebrado en Getafe hace exactamente un mes.
Por su parte, Pablo Torrijos deberá esperar hasta el martes 3 de agosto (2 de madrugada en España, 9 de la mañana en Tokio) para comparecer en el estadio olímpico. El castellonense afronta sus segundos Juegos. En Río 2016, su actuación no pasó de discreta. Su mejor marca fue de 16,11m, registro que le supuso acabar en la plaza 31ª de un total de 48 competidores. “Hace 5 años, en Brasil, pagué mi inexperiencia. Ahora, tengo mucho más bagaje, mucho más recorrido, mucha más madurez. En suma, soy mejor atleta. Por este motivo, el objetivo es innegociable. En la fase de calificación, en la que participaremos 32 triplistas, he de ser uno de los 12 primeros para acceder a la final. Soy consciente de que el billete de finalista me va a exigir un salto cercano a los 17m, pero he demostrado con creces que es una distancia a mi alcance”, explica Torrijos.
Precisamente, Pablo Torrijos fue el primero en asegurarse su presencia en Tokio. Lo hizo a principios de marzo de 2020, durante el Campeonato de España de pista cubierta en Ourense, antes de que se desatara la crisis sanitaria del covid-19. En Galicia, Pablo firmó un imponente registro de 17,18m. También en 2020, pero ya en la temporada al aire libre, el castellonense volvió a superar los 17m; en concreto, fue en Castelló, donde alcanzó los 17,09m. Este año, la mejor marca de Torrijos ha sido 16,88m, distancia obtenida en el Nacional al aire libre desarrollado en Getafe a finales de junio.
