Los meses de agosto suelen ser especiales para Liliana Fernández. En agosto del 2012, debutó como olímpica en los Juegos de Londres 2012. En agosto de 2013, se proclamó subcampeona de Europa en Austria. En agosto de 2016 volvió a ser olímpica; esta vez, en Río de Janeiro. Y agosto de 2017 estrenó maternidad con el nacimiento de su pequeño Saúl. Cuatro meses y medio han transcurrido ya desde ese mágico episodio personal. El punto álgido de un paréntesis que llega a su fin. Porque la deportista nacida en Benidorm, de 31 años, empieza a retomar sus entrenamientos y su preparación. Tras un ejercicio en blanco, la componente del Proyecto FER recuperará en 2018 su habitual frenesí de viajes y competiciones. No obstante, las circunstancias le obligan a ser más selectiva. A conciliar su devoción por el vóley playa con su nueva situación vital. Pero solo ligeramente. Su deseo de estar en Tokio 2020 no le permiten apenas concesiones.
Han pasado ya casi 5 meses desde que diste a luz a tu hijo. ¿Ya estás entrenando al máximo nivel?
Prácticamente. Empecé a mediados de octubre con ejercicios hipopresivos recomendados por mi especialista en obstetricia, que me llevó también las pautas en los entrenamientos durante el embarazo. A principios de noviembre, empecé con algo de actividad en el gimnasio. A finales de noviembre, pude empezar a pisar la playa, pero con ejercicios muy suaves y con poca explosividad. En diciembre, retomé, más o menos, mi rutina de entrenamientos en la playa y con la preparación física, pero con moderación. Mi cuerpo aún no está preparado para dar el 100%. Espero estar a tope en pocas semanas
¿En 2018 vas a competir como antes del embarazo, es decir, al máximo nivel y con viajes constantes, o vas a ser más selectiva a la hora de disputar más competiciones?
No conozco las medias tintas; así que, cuando vuelva, será al máximo nivel. Aún así, seremos más selectivas, debido a los cambios en el sistema de puntuación y de competición introducidos por la Federación Internacional. Los Open han pasado a llamarse 3 estrellas, y los Grand Slam ahora se conocen como 4 y 5 estrellas. Hay más Grand Slams (entre 10 y 12). Por tanto, nos vamos a centrar más en los torneos de 4 y 5 estrellas que en los de 3. Ahora bien, con la maternidad, trataré de no estar separado de mi hijo más de 3 semanas seguidas, ya que quiero mantener la lactancia materna a lo largo de este año.
¿Cuándo crees que puedes volver a disputar un torneo, ya sea un Open 3 estrellas, o un Grand Slam de 4 o 5 estrellas?
Habíamos planificado el regreso para abril, pero en febrero ya hay confirmado un torneo de 5 estrellas en Miami. Como este, solo habrá 3 en todo el año 2018 y la puntuación que concede es extremadamente alta. Por lo tanto, asistiremos a esta competición. Además, durante este 2018, una de las grandes citas es el Campeonato de Europa que en julio se disputará nuevamente en La Haya.
Lo que está claro es que la carrera hacia la clasificación olímpica para Tokio 2020 empieza este año 2018, ¿verdad?
Si y no. El camino hacia Tokio empieza en septiembre de 2018; pero, como no hay torneos durante esas fechas, es como si empezara en 2019. Aun así, va a ser importante terminar este año entre las 20 mejores parejas del mundo para posicionarnos en buenos puestos de cara a 2019. Nos cuentan los 12 mejores resultados de 2019 y 2020. Si cuando llegue junio de 2020 estamos entre las 16 mejores del mundo, tendremos el billete para los Juegos de Tokio.
Para concluir, al margen de cábalas y de hipótesis de futuro, ¿sigues manteniendo el total deseo de acudir a los que serían tus terceros Juegos y, si es así, crees que lo puedes conseguir?
Sí. Sigo con el deseo y convencimiento de llegar a mis terceros JJOO. Y no sólo eso, tenemos muy claro que esta vez queremos luchar por las medallas. Veremos cómo va primero este 2018 tras ser mamá, aunque me encuentro muy bien y con muchísimas ganas. Pero bueno, mejor pensar año a año.