Contra el reloj, contra los elementos, contra las rivales, contra los pronósticos… contra casi todo. Así de denodada y ardua es la lucha que están librando Liliana Fernández y Paula Soria para erigirse en una de las 24 parejas que estarán presentes en los Juegos Olímpicos del próximo verano. Las jugadoras alicantinas de vóley playa se encuentran inmersas en toda una odisea. Inclemente y hostil. Sin embargo, durante las batallas en las que se convierten todos y cada uno de los partidos del circuito internacional, Liliana y Paula sonríen. Es decir, sufren, pero, al mismo tiempo, disfrutan. Padecen y se divierten. Y, sobre todo, se muestran ilusionadas y esperanzadas. El inicio de la temporada es toda una invitación al optimismo.
Durante el año 2023, las dos deportistas FER disputaron ocho torneos Pro Tour Challenge, los correspondientes a la segunda categoría, por detrás de los Élite, del circuito internacional. Sólo alcanzaron los cuartos de final en dos de ellos: en el de Saquarema, Brasil, en abril, y en el de Goa, India, en octubre. Con el inicio de la nueva temporada, apenas han necesitado dos eventos para igualar el balance del pasado curso. En las últimas semanas, Liliana y Paula han afrontado los Pro Tour Challenhe de Recife y Saquarema. Y en ambos, han concluido en la quinta plaza tras alcanzar los cuartos de final. El dato puramente numérico, significativo y sintomático por sí mismo, queda reforzado por el juego desplegado, por las sensaciones transmitidas. Más seguridad, menos errores. Más continuidad, menos concesiones. Más solidez, menos debilidad. Y, sobre todo, más exclamaciones, más autoestima, más alegría, más expresividad corporal… Más sonrisas.
Las dos quintas posiciones obtenidas en Recife y en Saquarema han tenido un efecto directo en la lucha por los billetes olímpicos. Liliana y Paula han ganado posiciones. Actualmente, rondan la 20ª plaza del ranking olímpico, ventana que concede 17 pasaportes para los Juegos de París, con un máximo de dos parejas por país. La ubicación en esa tabla viene determinada por los 12 mejores resultados obtenidos desde enero de 2023 hasta el 9 de junio de 2024, fecha en la que concluye el proceso clasificatorio. “Somos conscientes de que lo tenemos complicado. El pasaporte para viajar a París está carísimo. La competencia es feroz. Cada partido es una guerra. Con nuestros cálculos, damos casi por seguras unas 14 parejas. Es decir, quedarían tres plazas disponibles. Tres pasaportes para unas siete u ocho parejas aspirantes. Entre ellas, nosotras. Pero este inicio de 2024 nos ha dado mucha moral. Las dos quintas posiciones están muy bien para empezar la temporada. Seguimos vivas, pero más animadas”, comentan Liliana (Benidorm, 37 años) y Paula (Orihuela, 31 años).
El siguiente torneo puntuable para los Juegos de Paris 2024 será el Challenge de Guadalajara, México, entre el 11 y el 14 de abril. A la semana siguiente, llegará el Élite de Tepic, también en México. A finales de abril, está previsto el Challenge de Xiamen, China. Y ya en mayo, llegarán los últimos eventos clasificatorios, ya en territorio europeo: el Élite de Espinho, en Portugal, el Challenge de Jablonki, en Polonia, y el Élite de Ostrava, en la República checa. Si a 9 de junio, Liliana y Paula no han atrapado uno de los 17 pasaportes olímpicos vía ranking, todavía tendrán una última vía para llegar a París. Es el comodín que le corresponde a cada continente y que, en el caso de Europa, recibe el nombre de la Nations Cup. No obstante, las deportistas alicantinas no quieren pensar en esta alternativa. Tienen tres meses para consumar la proeza. Con las sonrisas de las últimas semanas, nada es descartable.