Una superviviente en la arena. La solución contra la orfandad. El antídoto frente al vacío. La heredera de los saques, las recepciones, las colocaciones, los remates o los bloqueos. Desde este 2025, todo lo enumerado se concentra en la figura de Paula Soria Gutiérrez (Orihuela, 32 años recién cumplidos). La deportista alicantina se ha convertido en la principal embajadora del vóley playa en la Comunitat Valenciana. Asume una gran responsabilidad. Ni más ni menos que dar continuidad a los imborrables legados dejados por los míticos Pablo Herrera y Liliana Fernández. Con sus longevas carreras y con sus prolíficos currículums, Liliana y Pablo han situado el listón muy alto. Paula Soria está llamada a salvaguardar una herencia deportiva de enorme valor. A conservar viva esa llama.
Tras los dos últimos años, dos cursos tan frenéticos como extenuantes, tan intensos como apasionantes, tan vibrantes como emocionantes, Paula Soria inicia una nueva etapa. Ya no forma pareja con su admirada Lilliana Fernández, con quien protagonizó una auténtica odisea antes de clasificarse para los Juegos Olímpicos de París. Desde ahora, su compañera vuelve a ser Belén Carro (Madrid, 25 años), con quien ya compartió esfuerzos y peripecias en la arena desde 2018 hasta 2021. Esa es, precisamente, una de las ventajas de esta nueva era. Ya se conocen. En lo personal y en lo deportivo. Paula y Belén, por tanto, afrontan un reto mayúsculo. Su primer objetivo: clasificarse para el Campeonato de Europa (del 30 de julio al 3 de agosto, en Alemania).

Esta etapa nunca se cerrará por completo. Para mí, Lili y Sebas, el entrenador, han trascendido lo puramente deportivo. Han sido y serán parte de mi familia. Con ellos, he vivido dos años de experiencias inolvidables. Sobre todo, cómo no, la presencia en los Juegos Olímpicos de París.
En efecto, Belén y yo formamos equipo desde 2018 hasta finales de 2021, pero ahora, ninguna de las dos somos las mismas. Somos más mayores; sobre todo, Belén, que en aquel momento era una niña (tenía 18 años). El haber jugado juntas ya es un plus, sí, pero reitero, somos dos personas y dos jugadoras distintas que hemos ido creciendo y aprendiendo en estos últimos años.
Sus puntos más fuertes son el saque y el ataque. Gracias a su altura (1,90m), tiene mucha potencia en ambas facetas. En cuanto a los roles, ella va a estar en la red, va a ser la bloqueadora y jugará por zona 4. Yo, como hacía con Lili y como hice con Belén en su momento, voy a jugar atrás, defendiendo y por la zona 2.
Nuestro epicentro estará en Alicante. Entrenaremos en la playa Muchavista de Alicante. No obstante, en momentos puntuales, iremos a Lorca, donde está el centro de tecnificación español de vóley playa.
No lo creo. Quizás, algo al principio, pero intuyo que el proceso va a ser rápido. Como he comentado antes, somos personas maduras y expertas.
Tenemos puntos para poder disputar los Challenge. En algunos, estaremos directas al cuadro final; en otros, posiblemente, tendremos que empezar desde las previas. Pero estamos bien. Estamos en un buen punto de partida. Confío en que, sobre todo, logremos disputar a finales de julio el Campeonato de Europa.
Sí. Me encuentro en un momento deportivo muy bueno. Después de los Juegos, la cabeza me ha hecho un clic, no sabría explicarlo con palabras para que se pudiera entender. Pero ahora mismo me encuentro en un momento óptimo, tanto en lo puramente deportivo como en lo referente a la estabilidad mental. Ojalá lo mantenga.