Lucía González y Aitana Crespo: la gimnasia rítmica y la natación artística apuntan muy alto

A simple vista, pocas similitudes unen a la gimnasia rítmica y a la natación artística. Sin embargo, una lectura más pausada y serena permite descubrir ciertas semejanzas. En la forma y en el fondo. Por ejemplo, las largas y exigentes jornadas de entrenamientos; por ejemplo, una disciplina de trabajo elevada al máximo; por ejemplo, la importancia de la expresividad corporal; o, por ejemplo, la reiteración y la repetición de los ejercicios hasta el aburrimiento. En el caso del deporte valenciano y, más en concreto, del Proyecto FER, todavía hay un nuevo vínculo entre la rítmica y la natación artística: la existencia de dos deportistas que ya son una realidad y que, sobre todo, prometen dar muchas alegrías en el futuro. Ambas lo reúnen casi todo para protagonizar grandes éxitos. Son dos auténticos diamantes en bruto.

Lucía González Relinque (Villajoyosa, Alicante, cumplirá los 16 años en febrero) está llamada a convertirse en uno de los grandes reclamos, en una de las grandes referencias, de la gimnasia rítmica española en los próximos años. Durante los dos últimos cursos, se proclamó campeona de España en la categoría junior honor. Especialmente meritorio, por inesperado y exigente, resultó el oro alcanzado en 2020. Además, tras casi dos años sin salir de nuestras fronteras, en 2021, pudo reencontrarse con los eventos internacionales y brilló en el Torneo junior Aphrodite Cup en Grecia. “Estoy absolutamente preparada para dar el salto a la categoría absoluta. Sé a lo que me enfrento y lo que me espera: o sea, una dificultad máxima y una competencia feroz. Y sé que voy a tener que dar un paso más en mi exigencia y mi esfuerzo. A veces, cuando termino un entrenamiento, pienso ‘hoy podría haberme esforzado un poquito más’. Desde ya, debo erradicar esa sensación que siento de vez en cuando. Y por supuesto, he de seguir progresando en aspectos técnicos”, comenta la deportista alicantina.

Una de las grandes novedades que van a afectar a la gimnasia rítmica de cara a este próximo ciclo olímpico es el cambio de código. Es decir, las nuevas reglas del juego, los nuevos criterios y baremos de puntuación para las juezas. Al respecto, y aunque las deportistas todavía tienen nociones muy básicas, Lucía señala lo siguiente: “A la espera de que nos lo expliquen todo mejor, los principales cambios responden a una mayor rapidez en los ejercicios. También vamos a tener que ser muy expresivas y se van a valorar más las dificultades corporales. Creo que me puede favorecer, pero habrá que esperar a las primeras competiciones”, comenta la gimnasta FER, esperanzada en ser una de las seleccionadas para disputar el Europeo de Israel, en junio, o el Mundial de Bulgaria, en septiembre, y “plenamente convencida de mis posibilidades en la carrera olímpica hacia los Juegos de París. Me veo con tantas opciones como el resto. Todas partimos de cero. Y más, con el nuevo código”, señala la deportista alicantina, que se entrena en el Colonial Sport de Alfafar.

Un año mayor que Lucía González es Aitana Crespo (Alicante, 08/02/2005), pese a su juventud, la gran figura de la natación artística en la Comunitat Valenciana. Aitana empezó a reclamar atención en 2019, cuando formó parte del combinado español que logró la medalla de bronce en la modalidad de equipo técnico del Europeo infantil. De esta categoría, se despidió a lo grande en 2020 con la medalla de oro en la modalidad de solo del Campeonato de España (la mejor de más de 300 participantes).

Su crecimiento ha quedado apuntalado este año. Durante el pasado verano, fue partícipe de las dos medallas de bronce (en equipo libre y en equipo técnico, ambas son pruebas olímpicas) en el Campeonato de Europa en Malta. Su último chispazo de talento y calidad es reciente. Hace pocas jornadas, el pasado 28 de noviembre, consiguió la medalla de oro en la modalidad de dúo técnico del Nacional junior. Aitana y su compañera, la madrileña Mercedes Díaz, se convirtieron en la mejor de las 44 parejas participantes.

Por tanto, Aitana ya ha dado un primer paso hacia la consecución de su gran objetivo de cara a los próximos meses: “ser una de las opciones que contemplen las seleccionadoras, no únicamente en las pruebas colectivas, sino también en la de dúo o, incluso, en la de sólo, de cara al Campeonato de Europa o del Mundo del próximo verano”. La joven deportista alicantina no para de crecer. Por ello, comenta que no es “ninguna utopía pensar en la posibilidad de llegar a los siguientes Juegos Olímpicos, los de París 2024. Por supuesto, todo el sacrificio que estoy haciendo (sobre todo, el estar en Madrid y lejos de mi casa) va encaminado a poder ser olímpica algún día, pero todo a su tiempo”, concluye.