Las reflexiones de Iván Pastor en el momento del adiós

Empezó a los ocho años gracias a las enseñanzas de su padre y de su tío, que montó una escuela de vela en Santa Pola. A los 41, y con un palmarés tan rico como extenso, cuelga la tabla. Iván Pastor Lafuente, uno de los grandes regatistas españoles se siempre, abandona el deporte de élite. Tras cuatro Juegos Olímpicos, y una interminable lista de Campeonatos de Europa y del Mundo, Iván cambia de registro. La no presencia en los Juegos de Tokio ha sido el detonante de una decisión que ya rondaba su mente desde hacía tiempo.

No obstante, Iván Pastor seguirá vinculado a la vela, su vida, su pasión. Y lo hará en la Comunitat Valenciana. Pese a ser casi una celebridad en muchas partes del mundo y, pese a haber recibido ofrecimientos muy interesantes, el histórico regatista de Santa Pola ha decidido quedarse en el territorio valenciano. Iván ya prepara un sinfín de proyectos. Una de sus grandes ilusiones es fomentar la práctica de la vela entre los más jóvenes y detectar talentos para el futuro. Nadie mejor que él para descubrirlos e instruirlos.

Para un deportista del máximo nivel, siempre es complicado dar un paso al lado y decir “hasta aquí hemos llegado”. ¿Te ha costado tomar esta decisión? ¿O el proceso ha sido relativamente fácil y poco doloroso?

Me ha costado. Y mucho. Desde el pasado mes de marzo, momento en que me llevé una gran decepción al saber que no iría a los Juegos de Tokio, hasta mediados de noviembre, mi cabeza ha sido una montaña rusa de sensaciones. Por una parte, no quería dejarlo. Al ser un ciclo más corto, me preguntaba ‘¿por qué no darte una última oportunidad en la clase IQfoil’? Por otra, me decía ‘no puedes seguir llevando tu cuerpo al límite. Es la hora de dejarlo’. Al final, se ha impuesto este segundo pensamiento. Si hubiera continuado, tenía mucho que perder y poco que ganar. Creo que he tomado la decisión más correcta y coherente.

Realmente, ¿cuáles han sido las razones que te han llevado a esta determinación?

Han sido una combinación de motivos, pero uno de los más influyentes ha sido mi maltrecha espalda. En realidad, llevaba con molestias desde 2017. Y los problemas se iban acentuando con el paso del tiempo. Un esfuerzo extra, superior a lo habitual, me generaba mucho dolor. En los últimos meses, los entrenamientos estaban condicionados por este lastre físico. Al margen de ello, repito, creo que me iba a ser imposible mejorar lo conseguido. Por mucho que me guste, ¿para qué empeñarme en seguir y oscurecer mi buen palmarés?

Si hubieras seguido compitiendo, lo habrías hecho en la clase iQFoil, que será olímpica en París. ¿Has tenido tentaciones de probar, al menos un año, en esta modalidad?

Claro que he tenido tentaciones. De hecho, he estado presente en alguna competición de esta clase. Tengo la sensación de que no hubiera desentonado, de que podría haber competido a un buen nivel. Es una modalidad que se adapta muy bien a mis características, pero repito, ya no soy ningún chaval y las nuevas generaciones vienen pisando con mucha fuerza. Hay que dales paso.

Con una carrera deportiva tan amplia y extensa, tendrás incontables recuerdos. Si tuvieras que quedarte con las principales alegrías y con una gran decepción, ¿que nos dirías?

Son tantos años y tantas experiencias, que no es fácil elegir dos o tres momentos concretos. Nunca se me olvidará mi primer título de campeón de España. Sólo tenía 14 años. En ese momento, me hicieron una entrevista y dije que quería ir a unos Juegos Olímpicos. He estado en cuatro, lo cual es muy difícil y meritorio. También me quedo con la participación en mi primer Mundial, con sólo 18 años, o la primera victoria en el prestigioso trofeo Princesa Sofía, con 25. En cuanto a las decepciones, siempre se me quedará la espinita de no haber sido medallista olímpico e, incluso, haberme quedado a las puertas del diploma en Pekín 2008 y Río 2016.

¿Y ahora, qué? ¿Cuáles son tus planes? ¿Dónde y cuándo vas a empezarlos y desarrollarlos?

Tengo diversos proyectos sobre la mesa. De todos ellos, el que ya hemos puesto en marcha es el Centro de Tecnificación Iván Pastor en el Club Náutico Santa Pola. Junto con la Federación de vela de la Comunitat Valenciana, vamos a impulsar a los jóvenes regatistas valencianos en clase iQFoil que tienen serias opciones de ir a los Juegos de París 2024. Nada me haría más feliz que contribuir a que un regatista de la Comunitat recogiera mi testigo y fuera olímpico en París.

Sus mejores resultados

  • Medalla de bronce en el Campeonato de Europa clase mistral en Palermo en 2005
  • 5º plaza en el Campeonato del Mundo clase RS:X en Nueva Zelanda en 2008
  • Medalla de bronce en el Campeonato de Europa clase RS:X en Bulgaria en 2011
  • Número 1 del ranking mundial de RS:X en 5 ocasiones (2006, 2007, 2010, 2013 y 2015)
  • Campeón de dos Copas del Mundo de RS:X, en Miami y Palma de Mallorca; ambas en 2013
  • Campeón de la final de la Copa del Mundo de RS:X en Abu Dhabi en 2015
  • Cuatro participaciones olímpicas: 12º en Atenas 2004, 9º en Pekín 2008, 16º en Londres 2012 y 9º en Río de Janeiro 2016
  • Campeón del mundo en la clase Race Board, la última en 2017