Marcos Altarriba y Mariano Cebrián, dos de las grandes esperanzas de la vela valenciana

Para ser la temporada del estreno en la clase ILCA 6, la antigua laser radial, la antesala de la clase olímpica ILCA 7, Marcos Altarriba (Valencia, 18 años) y Mariano Cebrián (Benidorm, 17 años) pueden estar moderadamente satisfechos. Aunque siempre aspiren a más y siempre encuentren puntos de mejora, los dos jóvenes regatistas FER tienen motivos para ser optimistas de cara al futuro más inmediato. Curiosamente, a ninguno de los dos se les dio especialmente bien el Campeonato de España sub-19, evento celebrado en Murcia a principios de mayo, y en el que, de un total de 26 competidores, Mariano acabó tercero y en el que Marcos terminó cuarto.

Mejores conclusiones pueden extraer de los grandes eventos internacionales disputados durante el mes de julio. En el Europeo, certamen desarrollado en Croacia, de un total de 217 participantes, Altarriba concluyó en el puesto 24º y Cebrián, en la plaza 43ª. Sin embargo, donde ambos han firmado sus mejores prestaciones ha sido en el Campeonato del Mundo, regata celebrada recientemente en Italia. En el evento mundialista, y de un total de 265 competidores, Marcos finalizó en la posición 19ª y Mariano, en la 22ª.

A la hora de las autoevaluaciones, los dos deportistas FER se expresan en términos muy similares. “Del 1 al 10, me puntuaría con un 7. Han sido buenos torneos, sin duda, pero creo que habría podido ofrecer algo más de mí. En todo caso, el balance del curso es satisfactorio. He tenido un año complicado, tanto por motivos académicos, la selectividad, como por cuestiones deportivas, mi grupo de entrenamiento quedó desmantelado y tuve que ejercitarme en solitario, con todo lo que ello conlleva. Es decir, los entrenamientos no han sido de la calidad y regularidad deseables. Pero reitero, el resumen es positivo y me da ánimos de cara al futuro”, indica Altarriba. Por su parte, Mariano Cebrián también se pone un “notable. Tanto en el Campeonato de Europa como en el Campeonato del Mundo, me mostré bastante regular en las primeras jornadas. Es decir, no tuve ningún día o ninguna regata mala que me penalizó en exceso. Sin embargo, en las fases finales de ambos eventos, esperaba algo más y no pude ofrecer mi mejor versión”, comenta el joven deportista de Benidorm.

Con respecto a las características de la clase ILCA 6 y a los requisitos que debe reunir un regatista de esta modalidad, Marcos Altarriba apunta: “Para empezar, es una clase en la que todos los barcos son idénticos; es decir, es una categoría en la que hay mucha competitividad. Y para hacerlo bien, hay dos exigencias básicas. La primero es tener mucha potencia física, tanto de fuerza como de cardio. El segundo, tener una gran capacidad de análisis del campo de regatas, ya que, al ser los barcos iguales, las diferencias son mínimas y se necesita aplicar una buena estrategia. De estas dos características, me falta ganar en físico y creo que estoy a buen nivel táctico”, señala el valenciano.

Mientras, Cebrián comenta que hay que combinar “velocidad y táctica. Posiblemente, sea una de las clases más exigentes y completas. Por muchas condiciones físicas que atesores o por mucha rapidez que puedas conseguir con la embarcación, si no tienes un alto componente táctico, si no sabes interpretar las regatas, y si no tomas las decisiones acertadas en cada momento, estás perdido”, afirma el alicantino, quien también reconoce que ha de trabajar mucho para mejorar el apartado físico.

En cuanto a los planes de futuro, Marcos Altarriba se incorpora desde ya a la clase olímpica ILCA 7. De hecho, a principios de septiembre, disputará el Campeonato de España de esta modalidad. Y en 2022, el Europeo sub-21. Por su parte, Mariano Cebrián, un año menor, todavía competirá el próximo año en ILCA 6. A la espera de sus evoluciones, en ambos están depositadas muchas esperanzas de futuro de la vela valenciana.