Nacho Campos: emoción y alegría por su primer Mundial en piscina larga

“He regresado con las pilas cargadas. Si un Mundial de piscina corta ha sido así de vibrante, me puedo imaginar lo que será un Mundial de verano en piscina larga o unos Juegos Olímpicos”. Estas palabras corresponden a Nacho Campos. Las expresó en el mes de diciembre del pasado año, después de disputar en Budapest su primer Campeonato del Mundo absoluto de natación. Aunque aquel certamen universal se desarrolló en piscina de 25 metros, la experiencia resultó emocionante y enriquecedora. En lo deportivo, contribuyó a los excelentes resultados obtenidos por los cuartetos españoles en sendas pruebas de relevos (sextos en el 4 x 100 , quintos en el 4 x 200m; y en ambos casos, con récords de España). En lo personal, porque vivió una experiencia inolvidable y comprobó, de primera mano, el embrujo de las grandes competiciones internacionales. En suma, Nacho (Castelló de la Plana, 21 años) regresó con ganas de más.

Seis meses más tarde, el embajador FER ha recibido la mejor noticia de su vida deportiva: será uno de los componentes del cuarteto español en el relevo 4 x 100m libres masculino para el Campeonato del Mundo de verano, en piscina de 50 metros, que se celebra en Singapur a finales de julio. Un premio perseguido y soñado durante muchos años. Nacho conoció esta buena nueva dos días después de competir en el Campeonato de España, torneo desarrollado a mediados de junio en Mallorca. Una alegría que llegó tras una montaña rusa de sensaciones. El nadador castellonense no estuvo a su mejor nivel en las semifinales de los 100m libre, donde paró el crono en 50:07, pero progresó en la jornada vespertina (49:68; en última instancia, quinto mejor registro de todos los competidores). En ese momento, pensó que el tren del Mundial había pasado de largo. Pero a los dos días, escuchó las palabras mágicas: nadará el relevo 4 x 100 libre junto a Sergio de Celis, Luca Hoek y Miguel Pérez Godoy. Desde ese momento, la emoción le embarga.

Vamos por partes, Nacho. El Nacional de verano, en Mallorca, no se te dio del todo bien, pero hay un motivo físico. Cuéntanos.

Estuve tres semanas concentrado en altura, concretamente en Andorra, y, de tanto entrenar, tuve unos problemas en el brazo izquierdo. Por ello, días antes de competir en Mallorca, tuve que reducir la actividad. Es decir, en la semana previa al Campeonato, la puesta a punto no fue la deseada. Y en algo me afectó.

En la jornada vespertina, en las finales, lo hiciste bastante mejor que en las series matinales, pero todavía no alcanzaste tu mejor versión, ¿verdad?

Así es. Aunque mejoré en la sesión vespertina, tampoco alcancé el nivel que creo poseer y que yo mismo esperaba. Es decir, sigo pensando que tengo mucho más dentro de mí. Espero, ahora sí, demostrarlo en el Mundial y devolver la confianza recibida.

El caso es que habías logrado el quinto crono de los participantes en los 100m libres, lo cual, en principio, te dejaba con muy pocas opciones de ir a Singapur. Pero pocos días después, te comunican que serás uno de los componentes del relevo del 4 x 100m masculino. Podemos imaginar tu sorpresa…

Fueron unos días de altibajos emocionales. Me vi fuera del Mundial de Singapur, pensaba que sería seleccionado para otros torneos, pero tampoco lo tenía claro… Al final, estoy convocado para el Campeonato del Mundo, el evento más importante del curso. Siento una mezcla de alivio y emoción difícil de explicar, difícil de asimilar.

Lo cierto es que vas a disputar tu primer Mundial absoluto de verano, tu primer Mundial en piscina larga. ¿Qué sientes?

Han sido días de sensaciones encontradas. Pero ahora, una vez confirmada mi presencia, estoy muy feliz. Desde pequeño, uno intenta llegar al deporte de élite y se esfuerza al máximo para vivir momentos como este. Es mi segundo Mundial absoluto, pero el primero en piscina larga. Voy a coincidir con los mejores del mundo. Aunque sea un tópico, es un sueño hecho realidad.

En Singapur, el nivel será descomunal. El objetivo es ser uno de los ocho equipos que accedan a la gran final. ¿Lo ves factible?

Si lo hicimos en el Mundial de piscina corta de diciembre de 2024, en Budapest, ¿por qué no pensar en repetirlo ahora? No es ni mucho menos imposible, pero, con el nivel que habrá, será muy difícil.