La recompensa más merecida para Néstor Abad

Al margen de su grandeza, magnetismo y espectacularidad, los Juegos Olímpicos son considerados para sus grandes protagonistas, los deportistas, como el destino final de una larga travesía. Como la recompensa más gratificante a meses y años de esfuerzos y sacrificios. En algunos casos, como el premio a la capacidad para sobreponerse a todo tipo de dificultades. Seguro que Río 2016 ofrecerá una larga lista de atletas que superaron las lesiones más graves, los infortunios más crueles, los problemas más disuasorios. Paradigmas de tenacidad, de constancia, de dureza mental para no rendirse. En el Proyecto FER hay un ejemplo especialmente gráfico de cómo llegar a la meta olímpica tras atravesar un camino plagado de espinas y emboscadas. Lo personifica Néstor Abad, gimnasta nacido en Alcoi en el año 1993.

Hace ahora dos años y medio, Néstor Abad ni se imaginaba que acabaría siendo olímpico en los Juegos de Rio. En febrero de 2014, una desgraciada caída nada más empezar el ejercicio de anillas en la Copa del Mundo de Cottbus, Alemania, lo colocaba de nuevo en las tinieblas. Su rodilla derecha quedaba destrozada con la rotura del ligamento cruzado anterior y del menisco. Era la segunda vez que le pasaba. Ya sufrió el mismo percance a finales de 2011 durante un entrenamiento. “Echo la vista atrás y no puedo evitar emocionarme. Cuando sufrí la segunda lesión, pensé que hasta aquí hemos llegado. Pero afortunadamente, ese abatimiento duró muy poco. Lo asumí con entereza y resignación. Y salí reforzado de aquella experiencia”, comenta el gimnasta alicantino.

Para Néstor Abad, la cuota de desgracias se acabó en aquel pabellón alemán. A partir de ese momento, el deportista FER inició una etapa de resurgimiento, de renacimiento. A nivel personal, porque las dos lesiones de rodilla “me hicieron más fuerte, más maduro, más paciente”. En el ámbito deportivo, porque los dos últimos años, con el respeto de la salud, han permitido redescubrir todo el talento y la clase que atesora el atleta alicantino. En España se ha consagrado como el mejor gimnasta nacional de la actualidad. Así lo reflejan los dos oros consecutivos en el concurso general de los seis aparatos alcanzados en los Nacionales absolutos de 2015 y 2016. Además, a nivel internacional, ha obtenido interesantes resultados. Por ejemplo, la sexta plaza en los Juegos Europeos de Bakú de 2015. Conclusión, Néstor ha sido el elegido por la Federación Española de gimnasia para participar en Río 2016.

El deportista FER competirá en Río en el concurso global de los seis aparatos: anillas, barra fija, caballo con arcos, paralelas, salto de potro y suelo. El funcionamiento de competición lo explica el propio Néstor. “Durante una sola jornada, haré una especie de fase clasificatoria con los seis ejercicios. Los 24 gimnastas que consigan las puntuaciones globales más altas con la suma de los 6 aparatos, pasan a la final individual del concurso general, la conocida como all around. Además, los 8 mejores en cada aparato durante esa fase de clasificación disputarán las finales de cada ejercicio por separado. Mis objetivos pasan por meterme entre los 24 mejores para la final de los seis aparatos, y no descarto clasificarme entre los 8 mejores para estar en la final de un ejercicio concreto. En concreto, mis mejores opciones pasan por barra fija y paralelas”. Esta es la hoja de ruta de Néstor en Brasil. Lo más importante, el alicantino resuma ilusión. En su mente no hay rastro de las pesadillas físicas del pasado. Para el gimnasta alicantino, Rio es el destino después de un camino escabroso y accidentado. Un ejemplo de superación.