Mucho tiempo después (en concreto, tres años después de la plata en el World Tour 4 Estrellas de Xiamen y del bronce en el World Tour 4 Estrellas de Doha, hitos alcanzados en 2019), Pablo Herrera volvía a un podio internacional. A sus casi 40 años, el jugador castellonense se colgaba la medalla de plata en el Torneo Pro Tour Future de Madrid, evento perteneciente al tercer y último nivel del circuito mundial de vóley playa, remodelado tras los Juegos Olímpicos de Tokio. Tras los triunfos (dos) en la fase de grupos y en el cruce de cuartos de final, Herrera y su compañero, el gaditano Adrián Gavira, lograron una victoria casi milagrosa en semifinales ante una pareja holandesa. Remontaron un tercer set que tenían prácticamente perdido. Ya en la final, el dúo español se adjudicó la primera manga con gran autoridad. Tuvieron el oro prácticamente en la mano, pero dejaron escapar el segundo set. En el cara o cruz del desempate, no pudieron imponerse al tándem suizo y, por tanto, tuvieron que conformarse con la segunda plaza.