Pruebas de calidad para Alberto Lillo y Alejandro Fuentes

Dominadores o, cuanto menos, protagonistas a nivel nacional, dos jóvenes deportistas del Proyecto FER intentan abrirse camino en territorio internacional. Más en concreto, europeo. Por una parte, Alberto Lillo es una de las grandes promesas del tenis de mesa español. Sus últimos resultados así lo reflejan. En 2019, se despidió de la categoría juvenil de la mejor manera posible, con la medalla de oro. Recientemente, este pasado fin de semana, ha reinado en el Torneo Estatal sub-23 celebrado en Valladolid. Ahora, se dispone a afrontar un reto superlativo: el Campeonato de Europa sub-21 en Croacia, torneo en el que competirá en tres modalidades distintas: individual, dobles y dobles mixto.

Al igual que Alberto, también el ciclista de BMX Alejandro Fuentes Fuster es alicantino (en concreto, de San Vicente del Raspeig) y también tiene 19 años. Tras acusar en 2019 el salto de categoría, de la junior a la absoluta, Alejandro vuelve a prometer alegrías. A la espera de asaltar el trono nacional en el Campeonato de España, previsto para el próximo verano, el alicantino mide su evolución en las Copas de España y, sobre todo, en sus aventuras foráneas. Como la programada a finales de marzo para disputar la Copa de Europa de Verona.

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Alberto Lillo: “Noto que crezco y soy muy optimista de cara al Europeo sub-21”

¿Cómo afrontas tu primer Campeonato de Europa sub-21? ¿Ves opciones de alcanzar rondas avanzadas, como los octavos o los cuartos de final?

Viajo a Croacia con ambición y mentalidad positiva. Desde luego, ese es el objetivo, llegar lejos; por lo menos, colarme entre los 16 mejores. Es difícil, porque el nivel es altísimo. Pero no lo veo imposible. En los Torneos Internacionales de estas últimas semanas, me he visto competitivo. Y vengo de ganar el Estatal sub-23 Creo que puedo protagonizar un buen campeonato.

Serás uno de los participantes más jóvenes de la categoría, Si te comparas con tus rivales, ¿te ves muy lejos?

Me siento un jugador competitivo y capaz de tutear a cualquiera. No sé si me veo cerca o lejos del resto. En breve, lo comprobaremos. Simplemente, trabajo día a día; primero, para crecer y progresar; y segundo, para acercarme a los mejores

En la actualidad, ¿qué es lo mejor de Alberto Lillo? ¿Y lo menos bueno?

Lo mejor es mi cabeza, mi mentalidad. Creo que, en el terreno psicológico, soy un jugador fuerte y consistente. En cuanto al juego, mis mejores golpes son el saque y el revés. Por contra, he de mejorar el aspecto físico. En cierto modo, esto se debe a mi altura y a mis casi 1,90m. Por suerte, en el CAR de Madrid estamos haciendo muy buen trabajo. Espero que los resultados no tarden en llegar.

Alejandro Fuentes: “Me veo en un buen momento de forma; en Verona, comprobaremos el nivel en el que me encuentro”

El año pasado, empezaste a competir en categoría absoluta y, obviamente, notaste el cambio. ¿Cómo va tu adaptación?

El cambio de la categoría junior a la élite representa un salto muy grande. En BMX, no hay, por ejemplo, categoría sub-23. Es decir, pasas, de golpe, de ser junior a ser absoluto. Psicológicamente, siempre he estado bien. Todo está en su sitio. A nivel físico, voy progresando. Por tanto, cada vez, me veo más adaptado.

A finales de marzo, competirás en la Copa de Europa de Verona. ¿Cómo la afrontas y con qué sensaciones vas a disputarla?

La afronto con ilusión y, sobre todo, con expectación. Voy a enfrentarme a rivales de mucho nivel y con más experiencia que la mía. Por tanto, va a ser un examen muy interesante para saber dónde estamos. Desde luego, cuando salimos a competir fuera de España, lo notamos muchísimo. Todavía estamos lejos de los mejores. Pero, poco a poco, iremos recortando las diferencias. 

Por último, ¿podemos soñar este año con ser campeón de España absoluto?

Sin duda. Aunque respeto a todos mis rivales (sobre todo, a los hermanos Alcojor), me veo con opciones de convertirme en campeón de España. De la misma forma que en 2019 era una misión imposible, en esta temporada lo considero como un objetivo factible y nada utópico. Vamos a por ello.