Raúl Martínez saca la calculadora y recupera los ánimos

Un día. Apenas 24 horas. Este fue el escaso intervalo dedicado por Raúl Martínez a lamentarse. A lamer las heridas derivadas de un capítulo que deparó efectos negativos, pero no irresolubles. Todo sucedió el pasado sábado 2 de noviembre, jornada incluida en el Campeonato de Europa de pesos olímpicos, evento de nueva creación y que celebró su primera edición este pasado fin de semana en Italia. El certamen, al ser el penúltimo puntuable en la carrera hacia los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, adquiría una enorme relevancia. No era definitivo, pero sí trascendental. Por desgracia, el taekwondista ilicitano no salió bien parado. Su clasificación para los Juegos de Tokio se ha complicado. Pero nada está perdido. 

En Italia, Raúl Martínez fue víctima de una combinación diabólica. Para empezar, el deportista FER no pudo sumar al caer eliminado en el primer combate que disputaba y que pertenecía a la ronda de los octavos de final. Además, otro español, el madrileño Javier Pérez Polo, lograba la medalla de oro en la competición de menos 63 kg, éxito que le sitúa cuarto en el ranking de la citada categoría de peso. En el taekwondo, si dos deportistas de un mismo país se clasifican de forma directa (hay que ser uno de los 5 primeros del ranking) para los Juegos, ya no puede haber más representantes de ese mismo país en la repesca de los Preolímpicos. Es decir, si se confirma que Javier Pérez Polo acaba el año entre los 5 primeros del mundo en menos de 63 kg, Raúl Martínez está obligado a hacer lo mismo (ser uno de los 5 primeros en menos de 80 kg) para ir a Tokio 2020. En ese caso, nada impediría a Raúl ser olímpico. A los Juegos, sí pueden ir tres representantes de un mismo país, si los tres han logrado su billete de forma directa y automática, por ser de los 5 primeros en sus respectivas de categorías de peso.

El proceso de clasificación directa se cierra en pocas semanas. A finales de diciembre, se conocerán los cinco taekwondistas de cada categoría de peso que logran sus pasaportes de forma automática. Sólo queda un evento puntuable: el Grand Prix final. Se celebra del 6 al 8 de diciembre en Moscú. Reúne a los 16 mejores en cada categoría de peso. Y es decisivo. Puntúa doble. Es decir, nada está ganado y nada está perdido. En la actualidad, Raúl ocupa la séptima plaza en menos de 80 kg, pero tiene a tiro al sexto, el noruego Ordemann, y al quinto, el egipcio Eissa. Eso sí, el taekwondista ilicitano ha de hacerlo muy bien en Moscú y esperar que estos dos rivales directos no brillen en el tapiz moscovita.

“Ya estoy recuperado. Reconozco que el pasado sábado fue un día complicado. Pero el domingo, ya estaba mucho mejor. Y ahora, estoy, de nuevo, con la mente limpia y con la ilusión intacta. He trabajado mucho durante los últimos cuatro años como para no dejármelo todo en el intento. Me niego a que todo el esfuerzo quede en nada a última hora. Estoy convencido de que la tristeza del pasado fin de semana en Italia se convertirá en alegría dentro de pocas semanas”, comenta Raúl. Su trayectoria, brillante y espectacular durante los dos últimos años, merece una gran recompensa.