«Subir a un podio olímpico es indescriptible»

El Proyecto FER vivió este pasado domingo 21 de agosto de 2016 una jornada histórica. El programa promovido por la Fundación Trinidad Alfonso, que preside Juan Roig, conseguía la primera medalla olímpica desde su puesta en marcha en 2013. Un gran éxito logrado gracias a la plata alcanzada en los Juegos de Río por las gimnastas rítmicas Alejandra Quereda y Elena López, componentes del equipo nacional. Sin apenas haber dormido, todavía con las pulsaciones aceleradas, y con las emociones a flor de piel, las dos deportistas de la Comunitat (Alejandra es de Alicante y Elena, de Turís) expresan sus impresiones tras pasar a la historia del deporte español y valenciano. Sin querer desvelar su futuro, porque ahora solo desean saborear este gran triunfo, se aferran a una de sus máximas más célebres: “el dolor es temporal; la satisfacción, para siempre”.

Tras rozar el podio en Londres, os habéis quitado esa espina en Río con un éxito espectacular y la medalla de plata ¿Qué se siente en un podio olímpico, en qué se piensa, en quién se piensa…?

Alejandra Quereda: No hay palabras para describir lo que se siente. Es indescriptible, es inenarrable. Nada comparable a un podio de un Mundial o un Europeo. Se te pasan por la cabeza muchas cosas. Yo personalmente me acordé mucho de mi familia, del apoyo que siempre me han dado.

Elena López: En ese momento, estaba como en shock, solo tenía ganas de llorar de la emoción, han sido años muy duros y de mucho trabajo. Echas la vista atrás y es imposible no emocionarse.

Tanto el sábado como el domingo, bordasteis los ejercicios. Por televisión, se os vio disfrutando, con confianza, con seguridad, con un gran dominio, sin apenas nervios… ¿Era realmente así?

Alejandra Quereda: Llegábamos en un estado de forma óptimo. Los entrenamientos previos habían salido perfectos. Por tanto, comparecimos con una gran seguridad. Con responsabilidad, pero con templanza. Esa sensación de dominio fue clave.

Elena López: Por una parte, sí. Sabíamos que teníamos los ejercicios muy controlados y que, si los bordábamos, podíamos aspirar al podio. Ahora bien, también éramos conscientes de que un mínimo error lo podía arruinar todo. La tensión es inevitable. La procesión va por dentro.

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La mayoría de la gente no es consciente del sacrificio, de las horas y horas de entrenamiento, de la disciplina, de la renuncia a casi todo que requiere la gimnasia rítmica…

Alejandra Quereda: Así es. Por encima de nuestras particularidades, deseo que este éxito suponga un gran impulso para la gimnasia rítmica en los medios de comunicación. Pero el camino es muy duro. Seis o siete horas de entrenamiento cada día. La medalla no la conseguí ayer, la he ido fraguando en los 8 años que llevo con el equipo español.

Elena López: Muchísimo sacrificio. Estar lejos de casa y de nuestras familias, madrugones, renunciar a muchas cosas, sesiones maratonianas, repeticiones y repeticiones de los ejercicios… El camino es muy duro. Pero, con esta medalla, se da por bien empleado.

Por último. Habéis conseguido la primera medalla olímpica para el Proyecto FER. ¿Qué ha representado el programa impulsado por la Fundación Trinidad Alfonso en vuestro camino?

Alejandra Quereda: Ha significado un impulso muy importante, nos ha dado un gran apoyo y mucha tranquilidad. Encantadas de haber aportado la primera medalla olímpica al Proyecto FER. Quedará para la historia. Ojalá sea la primera de muchas más en próximos Juegos Olímpicos.

Elena López: Un grandísimo apoyo. No solo económico. También moral y de promoción. El sentimiento de gratitud es enorme. Esta medalla también es del Proyecto FER. Ojalá podamos seguir juntos un tiempo más.