Una ola de natación en el Proyecto FER 2020 (primera parte)

No ha sido un maremoto. Tampoco un tsunami. Pero sí una gran ola. La natación valenciana ha irrumpido con inusitada fuerza en el FER 2020. Tanto, que ha incorporado a 7 deportistas. Un hecho insólito e inédito hasta la fecha. De las 7 caras nuevas, 5 son junior (Mikel Bonal, Eduardo Blanco, Ángela Martínez Guillén, Carla Hurtado y Pedro Sánchez Castillo) y dos pertenecen a la categoría infantil (Yeray Izquierdo y Nacho Campos Beas). Hoy, conocemos a tres de estas nuevas incorporaciones.

Mikel Bonal

Nacido en la localidad alicantina de Petrer, Mikel Bonal, de 17 años, lleva “toda la vida en la piscina. Toda mi familia ha tenido relación con este deporte. En cierto modo, estaba predestinado”, comenta Mikel. “La natación me permite evadirme y conocer a mucha gente”, señala. Especialista en braza, se coronó en 2019, cuando obtuvo una doble medalla de oro (en los 100m y en los 200m) en el Campeonato de España junior de verano. “Me gustan más los 200m que los 100m. Los 200m es una prueba más táctica, más completa”, apunta Mikel.

A la hora de definirse, Bonal considera que uno de sus puntos fuertes es “saber leer y medir tácticamente las pruebas. Por este motivo, me encuentro más cómodo y me adapto mejor a los 200m, porque es una prueba con un mayor componente estratégico que los 100m. Por contra, creo que debería confiar más en mí”, señala. Competitivo, “pero ligeramente indeciso, me gusta mucho relajarme en lugares de montaña y escuchando música”. Su ídolo es el inglés Adam Peaty. Y sus otros deportes favoritos son el baloncesto y el balonmano.

Ángela Martínez Guillén

Con sólo dos años, Ángela Martínez Guillén ya se sumergía en una piscina. Catorce años más tarde, esta joven deportista ilicitana es una de las grandes promesas de la natación valenciana y española. Estudiante de la ESO, Ángela comenta que lo mejor de su deporte “es la cantidad de valores que te aporta. Lo peor es que requiere de mucha disciplina, de muchos sacrificios, de muchas renuncias. Y todo ello no es fácil de llevar”, señala. Aunque es una nadadora muy polivalente, esta joven deportista ilicitana, de 16 años, se ha centrado en el estilo libre y en las distancias largas.

En 2019, entre otros hitos, Ángela fue séptima en el Europeo infantil de aguas abiertas disputado en la República checa, logró el oro en los 1.500m libre del Campeonato de España infantil de invierno y alcanzó sendas platas (en los 400m estilos y en los 800m libre) en ese mismo evento nacional. 2020 es su primera temporada como junior. La nueva componente del Proyecto FER es una persona “muy constante. Cuando deseo algo o me propongo un objetivo, no para hasta conseguirlo. Mis puntos fuertes son los virajes y mi capacidad de lucha en el agua; como contrapartida, antes de las competiciones, me pongo muy nerviosa y me cuesta mantener la concentración” concluye Ángela.

Eduardo Blanco

Pasión. Ésta es la palabra que utiliza Eduardo Blanco cuando se le pregunta qué le inspira, qué le sugiere, la natación. “Lo que más me gusta de mi deporte es la posibilidad de conocer a mucha gente y todos los destinos a los que viajo. Lo que menos, las dificultades a la hora de combinar y compaginar el deporte y los estudios; sobre todo, los madrugones para entrenar antes de ir al instituto”, señala Eduardo. El nuevo deportista FER, natural de Elche y de 18 años, tiene una especial predilección por el crol o estilo libre, y se ha especializado en distancias largas. “Yo creo que soy fondista por “culpa” de mi hermano mayor. Él hacía distancias largas y yo quise emularlo. Pese a todo, prefiero la piscina a las aguas abiertas”, matiza el joven nadador ilicitano, que en 2019 alcanzó la medalla de oro en los 1.500m libre del Nacional junior de verano y la medalla de plata en los 800m libre.

Al igual que Mikel y Ángela, Eduardo Blanco tampoco pudo disputar uno de los grandes eventos del año a nivel nacional, el Campeonato de España-Open de primavera, que iba a previsto a principios de abril en Sabadell. Su punto fuerte es la resistencia en el agua, su fortaleza mental, su constancia, su perseverancia… “Si he de citar alguna debilidad, diría lo siguiente: a veces, soy terco y un poco irreflexivo, lo cual me puede perjudicar a la hora de entrenar y competir. Y otra de mis flaquezas es que, después de un mal resultado o un mal entrenamiento, me pongo de muy mal humor. Debo gestionar mejor mis emociones”, comenta Eduardo.