Víctor Ruiz: obstáculos reales y metafóricos

Como consecuencia de su progresión, empiezan a proliferar los momentos, los buenos momentos, que Víctor Ruiz Orden (Utiel, 31 años) tiene grabados en su memoria. Son instantes que ofrecen motivos de celebración y felicidad. De entre todas estas fechas, destacan, sobre todo, dos. Curiosamente, dos viernes. El viernes 9 de junio de 2023 y el viernes 21 de julio de 2023. En la primera jornada, en París, el nuevo componente del Proyecto FER corrió más y mejor que nunca. Cubrió los 3.000m obstáculos en 8:13:89. Mientras, el 21 de julio, en Mónaco, una vez abierto el periodo para la consecución de las mínimas olímpicas, Ruiz detuvo el crono en 8:14:41, registro que está por debajo de los 8:15:00 exigidos por Wolrd Athletics. ¿Significa esto que Víctor Ruiz ya se ha asegurado su presencia en los Juegos de París? Todavía, no. Es un paso muy importante, pero no definitivo. En última instancia, dependerá del número de españoles que, al igual que el valenciano, logre el crono solicitado. Y también, en gran medida, de lo que ocurra en el Nacional absoluto al aire libre (último fin de semana de junio, en La Nucia).

A la hora de explicar por qué se ha especializado en los 3.000m obstáculos, Víctor Ruiz utiliza estos argumentos: Es una prueba muy completa. Combina el paso de un obstáculo con la resistencia. Me parece muy atractiva. Es como correr superando troncos y arroyos, pero dentro de una pista”, señala el atleta de Utiel. Hace más de 10 años, el fondista valenciano se proclamó campeón de España sub-23 bajo techo en los 800 metros. Con posterioridad, abandonó la pista y se especializó en el cross, hasta que, en 2021, regresó, ya de lleno, al tartán. Durante las dos últimas temporadas, ha sido internacional con el equipo español. En 2022, víctima de lesiones y contratiempos, no pudo brillar ni en el Mundial de Oregón ni en el Europeo de Múnich. En 2023, mejoró sus prestaciones en el Mundial de Budapest, donde se quedó a las puertas de la final (17ª plaza, a sólo un puesto de la final, aunque marcó el 10º mejor tiempo de los 45 participantes).

Con respecto a qué tipo de prueba prefiere, Víctor Ruiz no muestra una predilección especial: “Hace unos años, hubiera dicho una carrera rápida. Ahora, me veo capacitado para ofrecer un buen rendimiento en una carrera tanto lenta como viva. Al margen de ello, creo que debo ser más valiente, que debo arriesgar más. He de creérmelo. Cada día, me veo más cerca de superar ese miedo a quedarme sin fuerzas, algo que, afortunadamente, casi nunca me ocurre”, señala Ruiz, quien no se plantea cambiar de prueba: “Creo que todavía me quedan 2-3 años muy buenos en los 3.000m obstáculos. Cuando llegue el momento, veremos hacia dónde evoluciono. Posiblemente, hacia la ruta”, prevé.

El fondista de Utiel se muestra muy optimista sobre sus opciones de llegar a los Juegos Olímpicos de París. “2023 fue un año muy importante para mí. A pesar de no clasificarme para la final del Campeonato del Mundo, di un gran paso adelante en lo atlético (ahí está la 17ª mejor marca mundial) y gané confianza en lo mental. Sé que no va a ser fácil, porque no depende sólo de mí, y porque en España hay mucha competencia, mucha calidad. Pero llevo años y años de trabajo en silencio, y ahora no puedo desaprovechar una oportunidad que, humildemente, creo que me merezco”, argumenta.

Antes de los Juegos Olímpicos de París, Víctor Ruiz tiene otro gran objetivo: la presencia en el Campeonato de Europa, en Roma, un propósito ahora en entredicho por razones físicas y médicas. “El Europeo no está descartado, pero sí, entre interrogantes”. El deportista de Utiel se relaja con la lectura. Se evade yendo a la playa o a la montaña en cualquier época del año. Y se divierte viendo competiciones de motor en la televisión. Y cuando se le pregunta por su ídolo, no duda: Kenenisa Bekele. De la actualidad, admira especialmente a un rival en su prueba, el keniano Ezequiel Kemboi. Así es Víctor Ruiz, otro de los atletas valencianos con serias opciones de estar en los Juegos Olímpicos de París. Si lo consigo, no será un éxito individual, sino colectivo. Hay muchas personas apoyándome en este camino. Que quede claro”. Dicho queda.