Xavi Cabanilles: más madera para el triatlón valenciano

El triatlón de la Comunitat Valenciana es sinónimo de robustez, de solidez, de bonanza. Goza de muy buena salud. Es una fuente permanente de buenas noticias. Su principal abanderado es Roberto Sánchez Mantecón, uno de los mejores deportistas valencianos de la actualidad y, si no ocurre nada extraño, participante en los inminentes Juegos de París 2024. No obstante, Roberto es sólo la punta del iceberg. Tras su estela, aparecen un ramillete de triatletas con un gran presente y un mejor futuro. Es el caso de Noelia Juan, que también acaricia su presencia en los Juegos de París. Es el caso del emergente David Cantero, cuya figura se agigantó de forma extraordinaria durante el pasado curso. O son los casos de los jóvenes Héctor Tolsá y Alejandra Seguí. Ambos firmaron un 2024 de ensueño. Para enmarcar. La última perla en incorporarse a la ‘Tri Armada FER’ es Xavi Cabanilles.

A finales de agosto de 2019, Xavi Cabanilles tenía 11 años. Ya se había introducido en el triatlón. Casi, como una afición. Sin grandes expectativas, sin demasiadas pretensiones. No obstante, aquel verano de 2019 supuso un punto de inflexión en su relación con el deporte de las tres modalidades. “Con motivo de las vacaciones de mis padres, que siempre había practicado el triatlón, viajamos a Lausana para ver la Gran final de las Series Mundiales. Aquel espectáculo me fascinó, me cautivó. Pude ver en primera persona a las estrellas del ese momento. Además, dos valencianos, Roberto Sánchez Mantecón y Héctor Catalá se proclamaron campeones del mundo sub-23 y de triatlón adaptado, respectivamente. Ya digo, fue tal el cúmulo de emociones que me dije a mí mismo: yo, en el futuro, quiero ser como ellos”, recuerda Xavi (Gandía 15 años).

El nuevo embajador FER es otro ejemplo de polivalencia. Su caso recuerda mucho al de David Cantero, capaz de brillar, por igual, en el triatlón y el atletismo. Cantero acabó inclinándose por el triatlón, una apuesta que también está en la mente de Xavi Cabanilles. “De momento, durante un tiempo, mi intención es compaginar ambas modalidades. Sé que llegará el momento en el que tendré que elegir. Y lo normal es que anteponga el triatlón, pero ya veremos”, señala el joven deportista de Gandía, quien en 2023 se proclamó campeón de España cadete de triatlón y campeón de España sub-16 en la prueba de los 3.000 metros. Con esta tarjeta de presentación, no es extraño que Xavi se defina “como un triatleta bastante equilibrado. No obstante, el tramo que mejor se me da es la carrera a pie; el peor o, al menos, en el que más he de mejorar es la natación. Y también he de incidir en las transiciones, para que sean más naturales, para que casi salgan solas”, comenta

En este curso, Cabanilles da un doble salto. En atletismo, asciende a la categoría sub-18. En triatlón, se incorpora a la etapa juvenil. Cuando se le pide que componga el triatleta perfecto, el joven deportista FER se queda con la natación de Henri Schoemen, el ciclismo de Kristian Blummenfelt, la carrera a pie de Alex Yee, la fuerza de Vincent Luis, la inteligencia de Javier Gómez Noya y la mentalidad de Hayden Wilde. “No obstante, uno de mis grandes espejos es Roberto Sánchez Mantecón. Es el ejemplo perfecto de cómo crecer y progresar a base de esfuerzo, constancia y afán de superación. Y, además, es valenciano”, señala Cabanilles, quien tiene un gran ídolo: el ciclista esloveno Tadej Pogacar.

A Cabanilles, lo que más le gusta de su deporte es el ambiente tan sano y bonito de las competiciones. Lo que menos, los nervios antes de las carreras. Antes de lanzarme al agua y de empezar a competir, esa inquietud es inevitable. Son como los minutos previos a hacer un examen en el instituto”. Su próximo reto está muy cercano. El domingo 5 de mayo, disputa en Valladolid la prueba clasificatoria para el Campeonato de Europa juvenil, evento en el que, a pesar de ser cadete, ya estuvo el pasado año y en el que obtuvo una más que meritoria 14ª plaza. En Valladolid, ha de lograr una de las dos primeras plazas para certificar su pasaporte. Todo un desafío.