Nada como vivir y disfrutar de un éxito mayúsculo para enamorarte, más todavía, de tu deporte. Violeta Díaz y Rocío Anahí Hernández quedaron impresionadas con la gesta lograda por Adriana Cerezo Iglesias en los Juegos Olímpicos de Tokio. Aquella espectacular medalla de plata conseguida por la joven deportista madrileña, ‘la Niña Maravilla’, les impactó, les marcó. Y, sobre todo, les inyectó, si cabe, más motivación, más ilusión, más pasión, más veneración por su deporte. Violeta y Rocío, dos de las incorporaciones del equipo FER 2023, se inspiran en el ejemplo de Adriana para soñar en grande, aunque, por sí mismas, demuestran su valía y capacidad. Así lo certificaron durante la pasada temporada, un curso en que se despidieron de la categoría cadete por la puerta grande.
Campeona de España, campeona de Europa y quinta plaza en el Mundial. Así de espectacular resultó el año 2022, el último cadete, para Violeta Díaz Arribas, practicante de taekwondo desde muy pequeña, desde que tenía 3 años. “De mi deporte, lo que más me gusta es la emoción, la tensión, la adrenalina de la competición. También considero que es un privilegio viajar, conocer muchos destinos, vivir todo tipo de experiencias cuando sales a competir. Pocas cosas no me gustan del taekwondo. Si acaso, los entrenamientos puramente físicos y las restricciones en la alimentación para controlar el peso”, señala Violeta, de 14 años, orgullosa de su población, Finestrat, y de su club, el Club Taekwondo Hapkido Finestrat. Tanto, que, en la actualidad, “no tendría nada claro irme a Madrid, Barcelona o Murcia, en el caso de que me lo propusieran”, afirma.
Violeta Díaz se define como una deportista “con permanentes ganas de aprender. Soy muy joven y he de progresar en muchos aspectos, pero considero que tengo buenos fundamentos técnicos. Eso sí, he de mejorar en el apartado físico, lo que más me cuesta”, comenta la deportista alicantina, perteneciente a la categoría de menos 46 kg. Pese a su juventud, tiene el objetivo de Los Ángeles 2028 en el horizonte. Si el pasado año fue muy fructífero, este 2023, el primero en la categoría junior, tampoco le va a la zaga. Oro en la Copa Presidente Europa; bronce en el Open de Holanda; plata en el Open de España; y plata en el Multigames celebrado en Bosnia. Es decir, de momento, Violeta está firmando un curso casi sobresaliente. A la hora de evadirse, la nueva deportista FER se relaja “con la hípica. Cuando tengo algún fin de semana libre, me gusta montar a caballo”.
Por su parte, Rocío Anahí Hernández Rocafull (Montserrat, Valencia, 15 años) desarrolla su día a día deportivo en el Centro de Alto Rendimiento de Cheste. “Allí estoy interna de lunes a viernes. Los fines de semana, o compito o los paso en casa. El taekwondo me aporta muchas cosas. Muchos valores, muchas amistades, muchas vivencias, pero reconozco que, cuando más te introduces, más exigente es. Hay mucha competitividad y puede llegar a no ser tan saludable o agradable, pero sé que esta dureza, a ciertos niveles, son habituales en todos los deportes”, comenta la nueva componente del Proyecto FER. En 2022, Rocío Anahi, categoría de menos 59 kg, se proclamó campeona de España y conquistó la medalla de plata en el Campeonato de Europa cadete, en Malta.
De momento, en 2023, ha disputado dos torneos. No ha tenido excesiva fortuna. Cayó eliminada en los primeros combates en los Open de Holanda y España. Intentará resarcirse y enderezar la temporada con un buen resultado en el Campeonato de España, previsto en Zaragoza el sábado 2 de julio. En este evento, no sólo pondrá a prueba su nivel deportivo. También, la seguridad en sí misma. “Me falta confiar más en mí. Antes de un combate, siempre me pongo en lo peor. Al menos, me entran dudas sobre si seré capaz de sacarlo adelante. He de eliminar esta tendencia al pesimismo. Estoy trabajando en ello”, explica Rocío, a la que también le gustan practicar deportes como la natación y el ciclismo.