Enrique Bolinches cruza los dedos para llegar el Preolímpico de rugby 7

Por un guiño del destino. Por un hecho fortuito. Así se vinculó al rugby Enrique Bolinches (Alzira, cumplirá 22 años en agosto). A los 15 años, Enrique, una de las caras nuevas del FER 2023, cambio de instituto. “Hasta ese momento, yo practicaba el fútbol, pero estaba perdiendo interés e ilusión por este deporte. Al mudarme, hice nuevos amigos. Sobre todo, conocí a dos hermanos mellizos que empezaron a hablarme del rugby. Ellos lo practicaban y me invitaron a ir a un entrenamiento. Nada más ver aquella sesión, me atrajo. A los pocos días, ya estaba jugando partidos con el Inter Rugby Club de Alzira, un club que unía a tres localidades: Alzira, Tavernes de la Valldigna y Cullera. Fue a los 15 años. Es decir, mi incorporación a este deporte fue tan casual, como fortuita, como relativamente tardía”, rememora Bolinches.

En la actualidad, y pese a su juventud, Enrique es una pieza prácticamente fija e indiscutible en la selección española de rugby seven, combinado que dirigen, desde principios de 2023, el granadino Paco Hernández y el valenciano Matías Tudela. Bolinches ha estado presente en casi todas las Series Mundiales disputadas durante este curso. Sólo se perdió, por lesión, las dos últimas: Toulouse y Londres. Las World Series son el gran escaparate internacional de este deporte. Tras lograr la permanencia, España las seguirá disputando en 2024.

No obstante, desde ya mismo, los conocidos como ‘Leones’ se adentran en un tramo de calendario digno de etapas alpinas. En el horizonte, dos eventos. Por una parte, el Campeonato de Europa, torneo en el que España defiende el título conseguido el pasado año y que, en 2023, está formado por dos fases: la primera se ha celebrado este pasado fin de semana en Portugal y ha deparado una discreta 6ª plaza para el combinado nacional. La segunda se desarrollará los días 8 y 9 de julio en Hamburgo. Por otra, el certamen que aparece subrayado y en negrita. Dentro del marco de los Juegos Europeos, cuya sede es Cracovia, se disputa el Preolímpico Europeo de rugby seven. Los días clave serán el domingo 25, el lunes 26 y el martes 27 de junio. Sólo se reparte una plaza olímpica. Sólo el campeón se clasifica automáticamente para los Juegos de París. Mientras, el segundo y el tercero se aseguran su presencia en el Preolímpico mundial, evento previsto para la primavera de 2024 y que también concede un único pasaporte.

La misma lesión muscular que le impidió a Enrique Bolinches disputar en mayo las dos últimas Series Mundiales del curso, le ha privado ahora de jugar la fase del Europeo que se ha disputado en Portugal. Por contra, el nuevo deportista FER sí espera estar recuperado para el Preolímpico de Cracovia. “Espero llegar. Estoy haciendo todo lo posible y lo imposible. Es la gran cita del año. Obtener esa única plaza olímpica va a ser bastante complicado. Afrontamos un enorme desafío. No obstante, tenemos nuestras opciones. En principio, nos vamos a jugar ese billete con Gran Bretaña e Irlanda. Llegamos con mucha moral. La consecución de la continuidad en las Series Mundiales nos ha aportado confianza. Desde que empezó esta nueva etapa con el nuevo seleccionador vamos a más. Hemos demostrado que podemos competir con cualquiera”, señala.

 

A la hora de definirse, Enrique Bolinches se considera “un jugador bastante completo y equilibrado. No obstante, quizás sea más defensivo. Soy contundente en el contacto. Diríamos que una de mis principales funciones en la selección es destruir el juego del equipo rival para que mis compañeros puedan crear y generar a partir de esas pérdidas del contrincante. Además, otra de mis fortalezas es la rapidez. Mientras, he de mejorar en lo mental, en tener más confianza en mí, y en mi step”, comenta Enrique, quien, al margen de su primer equipo, el Inter Club Rugby de Alzira, ha jugado en dos clubes de Madrid: el Alcobendas y el Pozuelo.

Preguntado sobre sus preferencias entre el rugby 15 y el seven, el nuevo componente del Proyecto FER no tiene dudas. “Prefiero el seven, la modalidad olímpica. Es más dinámico, más explosivo. El convencional tiene la fuerza de la tradición, de la historia, pero creo que, para las nuevas generaciones, el seven es más atractivo”, comenta Bolinches, para quien uno de los grandes privilegios de ser miembro de la selección de seven pasa por “la posibilidad de viajar a destinos maravillosos. De todos lo que he visitado, me quedo con Nueva Zelanda y Australia, dos lugares muy atractivos y, sobre todo, con una gran cultura de rugby”, comenta, para finalizar Enrique, inmerso en su particular lucha contra el reloj.