Clara Che: talento y descaro sobre el parqué

Descarada, con un talento innato para la dirección, y con una excepcional visión del juego. Así es Clara Ché (Valencia, 1997), la nueva incorporación femenina al baloncesto del Proyecto FER 2018. Con tan sólo 21 años, esta valenciana atesora en su palmarés dos Campeonatos de Europa con la selección española (uno como sub’18, otro como sub’20) y una trayectoria deportiva de ensueño.

Su vinculación con el mundo del baloncesto empezó cuando tenía ocho años. Desde entonces, todo le ha salido rodado a esta base de 1 metro y 72 centímetros de altura. “Mi hermano Gonzalo y uno de mis mejores amigos jugaban a baloncesto; por eso, decidí apuntarme”, recuerda Clara. Y ahí, en las pistas de Rafelbunyol, comenzó a forjarse una carrera prometedora. En poco tiempo, la joven deportista pasó de jugar la liga de l’Horta Nord a disputar finales de Campeonatos de España con el Ros Casares, el, por entonces, club femenino de referencia en la Comunitat Valenciana. Sus rutilantes actuaciones con la selección de la Comunitat le permitieron dar el salto al combinado nacional. Desde los 12 años, la base valenciana ha vivido multitud de experiencias con el equipo español: desde las primeras concentraciones en Collell, hasta el último hito, el pasado verano, cuando se proclamó campeona de Europa sub-20 en Portugal. “El baloncesto se ha convertido en algo más que un simple deporte, me ha dado la oportunidad de viajar, pagar mis estudios y conocer a gente muy importante para mí”, declara la deportista del FER.

Con tan sólo 15 años, hizo las maletas y cambió Valencia por Barcelona para dar el salto a una de las mejores canteras española: Siglo XXI. Un proyecto para jóvenes deportistas que le permitió compaginar estudios y deporte de alto nivel. Fueron tres años en los que el baloncesto se convirtió en la máxima prioridad para Clara Che, y que le posibilitaron pulirse y curtirse como jugadora en Liga Femenina 2. Un gran desparpajo y un gran talento, tanto técnico como táctico, caracterizan a esta base que se define como “una buena jugadora de equipo, que siempre trata de sacar lo mejor de mis compañeras”. Unas aptitudes que, junto a un carácter alegre, optimista y competitivo, hacen de Clara una deportista completa y capaz de cambiar el ritmo de un partido. Su evolución no pasó desapercibida al otro lado del charco y le abrió las puertas de la liga universitaria estadounidense. Providence, en el estado de Rhode Island, fue el equipo elegido para dar el siguiente paso.

Estudiante de la doble titulación de Psicología y Trabajo Social, la deportista FER disfruta de cada instante en Estados Unidos. Aficionada a la lectura y al pádel, Clara no deja de crecer, tanto en el ámbito deportivo como en el académico. “En Providence es como en Siglo XXI, te dan todo tipo de facilidades para que puedas compaginarlo”. En su último año allí, la deportista FER sueña con su próximo objetivo: poder disputar los Juegos del Mediterráneo con la selección. Un billete que se cotiza caro con la competencia de otras bases del nivel, entre otras, de Silvia Domínguez, Leticia Romero y Marta Xargay, pero que Clara no da por perdido. “De momento, trabajo día a día para mejorar, y sumar en experiencia y madurez. Me gusta disfrutar al máximo de todo lo que estoy viviendo y poder compartirlo con mis seres queridos”, apunta la nueva deportista FER. Clara siempre ha destacado por su carácter afable y humilde, pero no hay que dejarse engañar: no tiene miedo de afrontar nuevos retos. La base valenciana quiere seguir creciendo sobre el parqué. Sin duda, con esa actitud y el portentoso talento que atesora, su carrera no ha hecho más que empezar.