El rugby seven sigue bien presente en el Proyecto FER

El rugby mantiene su protagonismo en el Proyecto FER. La ausencia de las dos selecciones españolas, la masculina y la femenina, en los Juegos Olímpicos de Tokio ha motivado algunas bajas. Felizmente, estas vacantes han sido compensadas gracias a las incorporaciones de jóvenes jugadores que se unen a Francisco Osete, integrante del equipo FER ya en 2019. Hoy, es el momento de conocer a dos de estas caras nuevas: Darío Porta y Noel Carrión.

Camino de los 19 años (los cumplirá en el mes de junio), Darío Porta Sánchez ha vivido una temporada repleta de emociones. La crisis sanitaria desencadenada por el coronavirus ha privado a su club, Les Abelles, del ascenso a la División de Honor tras una grandísima campaña. No obstante, el deportista valenciano se ha convertido en nuevo componente del Proyecto FER gracias a la medalla de plata conseguida con la selección española en el Europeo sub-18 de rugby seven en 2019. Darío se inició en el deporte del balón oval a los 9 años. “Siendo muy pequeño, practiqué el baloncesto y el hockey, pero no me entusiasmaban. A los 9 años, probé con el rugby (mi padre lo había jugado). Me enganchó desde el primer momento”, rememora el nuevo miembro del Proyecto FER.

Darío Porta se define como un jugador “equilibrado, que destaca, básicamente, por una buena defensa. Además, considero que tengo una buena condición física y un buen juego de manos. Por contra, he de conseguir más velocidad (factor clave en el rugby seven) y he de intentar ser menos autoexigente. Una cosa es ser autocrítico y perfeccionista, y otra es llevar la autoexigencia al extremo, casi hasta la ansiedad y el nerviosismo, cuando reincido en los fallos o no consigo mis objetivos”, señala Darío. El deportista valenciano es consciente de que, para ser de nuevo internacional en eventos de selecciones, ha de ser con el combinado absoluto. “Reconozco que no es un camino fácil, pero es todo un reto. Tampoco lo veo inalcanzable”. Comenta. Gran seguidor del fútbol y aficionado al ping pong, tiene a Semi Radradra, jugador de las Islas Fiji, como uno de sus grandes ídolos.

Otra de las novedades aportadas por el rugby seven al Proyecto FER 2020 es Noel Carrión, hermano de Javier Mario, uno de los jugadores españoles más ilustres durante los últimos años. De hecho, Javier fue olímpico en Río 2016. “Mi hermano es todo un ejemplo, todo un espejo. Siempre me he fijado en él. Es curioso, pero nos dicen que tenemos una forma de correr y una ejecución del pase muy similares. Eso sí, Javier tiene una experiencia y una lectura del juego que, en mi opinión, pocos jugadores de las Series Mundiales atesoran”, apunta Noel, quien, además, se define como un jugador “bastante equilibrado, aunque me desenvuelvo mejor en tareas ofensivas” señala.

Después de superar una lesión de cierta importancia, Noel Carrión ha militado esta temporada en el Pozuelo de Madrid, equipo de la División de Honor B, que ha soñado con el ascenso a la máxima categoría, aunque finalmente no lo ha logrado. Casualmente, Noel descubrió el rugby relativamente tarde, a los 12 años. “Fue durante un verano, en la playa de San Juan de Alicante”, recuerda. A la hora de destacar sus puntos fuertes, Noel se queda con su “determinación. Posiblemente, no sea el jugador más técnico de la selección, pero sí soy muy generoso en el esfuerzo y siempre tengo ganas de superarme día a día”, comenta Carrión.

Noel, nacido en Valencia, pero afincado en Alicante, y de 25 años, se ha incorporado al FER 2020 gracias a su presencia en la segunda fase del Campeonato de Europa del pasado año. En esa segunda y última jornada del Europeo de 2019, “Los Leones” fueron segundos. En el cómputo global, acabaron cuartos. Guardo un gran recuerdo del año pasado. Todo lo contrario que esta temporada, bastante atípica por culpa de mi lesión”. Por último, Noel se define como “un chico muy normal”. Y es un enamorado de la aviación. “De hecho, cuando acabe mi carrera deportiva, me gustaría vincularme a este ámbito”, concluye.